Aprende a hacer unos chiles rellenos oaxaqueños con esta receta

El chile es uno de los elementos más emblemáticos de la gastronomía mexicana. Casi nadie entiende ni una sopa, guisado o incluso postre sin un poquito (o a veces mucho) de picante, porque desde pequeños aprendimos a apreciar estos sabores, que nos han dado sufrimiento y felicidad, todo al mismo tiempo, sobre todo cuando lo probamos por primera vez. 

Ya dicen por ahí que pica, pero gusta. Eso es cierto. Sin embargo, hay algunas recetas en donde el picor se controla y casi siempre depende de la manera en que se traten, porque has de saber que no se cocinan de una sola manera, sino que hay varios tratamientos que se le suelen dar al fruto para que el resultado sea el que tú esperas. De tal suerte que una salsa tiene un sabor diferente si tatemas el chile, lo cueces, lo secas o lo usas en crudo.

Por eso es que existen una gran variedad de recetas donde los chiles o acompañan o son los protagonistas, pero casi siempre hay una variante aunque sea mínima entre preparación y preparación, que definitivamente lleva al resultado a diferentes e interesantes rumbos, que nuestro paladar agradece. 

Un claro ejemplo de la variación de sabores con un mismo platillo es definitivamente los chiles rellenos, que se elaboran de diferentes maneras en cada uno de los estados y a veces hasta regiones de los mismos hay variantes, como por ejemplo en la decisión de si se capea o no un chile. Parece algo intrascendente, pero la verdad es que cuando te llevas el primer bocado, cobra todo el sentido del mundo.

¿Qué es un chile de agua?

Y hoy inspiradas en la gastronomía oaxaqueña, queremos compartir contigo una receta para hacer chiles de agua rellenos típicos del estado de Oaxaca, para que si tienes tiempo de preparar la comida lo hagas con estos manjares, que definitivamente merece mucho la pena explorar. 

Pero antes de que te digamos cómo prepararlos, es importante que sepas que se le llama chile de agua a la variedad endémica de los Valles Centrales de Oaxaca, en el sureste de México y que se puede consumir tanto fresco, como seco. Es uno de los chiles oaxaqueños más típicos, aunque su producción se está viendo mermada, porque muchos agricultores suelen preferir algunas variedades más rentables como el guajillo. Sin embargo, el chile de agua es el clásico para hacer chiles rellenos en Oaxaca y siempre va capeado, así que un respeto para este ingrediente y ¡manos a la obra!

Ingredientes

• 4 chiles de agua (sí, así se piden) 
• 250 gr de queso Oaxaca deshebrado.
• 3 hojas de laurel seco.
• 1 taza de harina de trigo.
• 250 ml de agua.
• Aceite para freír.
• 5 jitomates.
• 1 cebolla mediana.
• 1 diente de ajo.
• Sal al gusto.
• 4 huevos.

¿Cómo se prepara?

1. Coloca los chiles en el fuego y déjalos tatemar por 15 minutos. Hay que voltear frecuentemente. 
2. En una bolsa mete los chiles y los dejas sudar por 15 minutos. Luego tomas un chile, le quitas la piel, retiras las semillas y las venas y reservas.
3. Rellena los chiles con queso Oaxaca al gusto y cierras con palillos (opcional).
4. En un plato extendido coloca la harina, luego pasamos un chile por la harina y reservas.
5. En un recipiente hondo, añade las claras de huevo y reservas las yemas. Bátelas perfectamente a punto de turrón, y sólo entonces añade las yemas. Continúa batiendo, coloca un sartén en el fuego y añade suficiente aceite y deja calentar.
6. Ahora se toma un chile relleno, lo pasas por huevo y llevas al sartén. Deja freír por 10 minutos, por ambos lados, para retirar del fuego y colocar en papel absorbente.
7. En una licuadora coloca el jitomate, ajo, cebolla, sal al gusto y agua. Licúa y coloca el resultado en una cazuela en el fuego. Se añade aceite y dejamos calentar, de igual forma añadimos la mezcla licuada y dejamos hervir.
8. Añade las hojas de laurel, dejar a fuego por 5 minutos y servir el chile relleno y bañamos con el caldillo de jitomate.