Internet nos ha facilitado la vida desde hace décadas. Nos acerca a todas las culturas que queremos en cuestión de unos cuántos clics, nos muestra cómo y qué comen en diferentes videos a través de videos, nos enteramos de muchos chismes, pero también podemos consultar todo tipo de información, que va desde tips hasta recetas enteras de eso que tanto nos gusta y que juramos que sería dificilísimo aprender a cocinar.
Meternos a la cocina es un gusto obligado que resurgió en pleno confinamiento derivado de la pandemia de Covid-19, que por cierto, ha rendido bastantes frutos. Si echas una mirada al 2019, te darás cuenta que antes no cocinabas tanto como ahora por falta de tiempo o de espacio y ahora que los astros se han acomodado, seguro hasta ahorras más dinero y comes mucho mejor que hace dos años. Eso debería de hacerte sentir muy bien.
Por eso, ahora que ya llevas pocos, pero algunos ayeres metido en la cocina, seguro sientes que ya todo tiene menos dificultad que antes, cuando se te quemaba hasta el agua que ponías a hervir. Una prueba fehaciente es que ya no le huyes a las recetas que tienen más de 3 pasos y eso se debe de celebrar con una receta que te apapache el alma y eso se logra con algo calentito, de textura suave y que te deje un buen sabor de boca.
¿Con qué se come el fondue?
Aunque seguro pensaste que hablábamos de un chocolate o atole, ¡estás equivocada!, porque nosotros nos referíamos más bien a un sabroso fondue de quesos que seguro te encantará. Este platillo es típico de Suiza, originario de los macizos montañosos de Jura y norte de los Alpes, cerca de la frontera franco-suiza italiana. La fondue original, que se extendió a las regiones limítrofes de Francia e Italia, era una fondue de queso. Ha dado lugar a numerosas variantes y su fama se ha extendido a muchos países del mundo.
El fondue es una mezcla de quesos derretidos, combinados con vino y a veces con otros ingredientes, que se come con pan de ajo, papas, camarones, verduras al vapor, carnes frías, encurtidos, jamón serrano o hasta frutas cortadas en gajos o trozos. Todos estos ingredientes combinan muy bien con el queso y se llevan bien con el platillo caliente. Llevártelos a la boca es un verdadero deleite.
Por eso, hoy te daremos una receta sencilla, para que prepares tu propio fondue en casa, que por cierto es muy sencillo de hacer, te rendirá para 4 personas y es perfecto para consumir ahorita que es invierno, mientras ves los capítulos de tu serie favorita. Hay que decir, que se trata de una preparación con muchas calorías, propia de climas fríos, pero que, sobre todo, genera un ambiente de camaradería. Así que ¡toma nota!

Ingredientes
- 400 gramos de queso gruyère rallado o picado
- 400 gramos de queso vacherin rallado o picado
- 1 diente de ajo
- 4 cucharadas de postre de maicena o fécula/almidón de maíz
- 300 mililitros de vino blanco seco
- 1 cucharada postre de jugo de limón (opcional)
- 1 copa de kirsch u otro aguardiente (opcional)
- 1 pizca de pimienta negra molida
¿Cómo se prepara?
- En una cacerola común coloca los dos tipos de queso y la maicena y mezcla bien.
- Añade el vino y el jugo de limón y coloca la olla al fuego medio-bajo. No dejes de remover hasta que el queso se derrita por completo (no tiene que hervir) con una cuchara de madera o pala ancha en forma de ochos.
- Cuando todo el queso esté bien derretido apaga el fuego, vierte la copa de kirsch y espolvorea la pimienta negra molida.
- En la olla de la fondue de queso suiza que vayas a utilizar frota el ajo por toda la base y las paredes del interior y vierte la mezcla anterior.
- Sirve tu receta de fondue de queso fácil mientras está caliente, poniéndola en el propio soporte que viene con la olla y acompañándola con unas rebanadas de pan de baguette casera o lo que te hemos sugerido antes.
- ¡Disfruta!