Si te levantaste dispuesto a preparar un desayuno delicioso, nutritivo y especial, pero te diste cuenta de que los huevos se terminaron en tu cocina, ¡no te preocupes! Tenemos una receta que es un auténtico salvavidas y que deleitará a tu paladar: Tortilla de papa sin huevo.

Este tipo de recetas es especialmente benéfica para personas que tienen la contraindicación de consumir huevo, por ejemplo, aquellos que son alérgicos a este alimento. Y aunque no es una condición tan común, también puedes disfrutar de esta tortilla para experimentar con nuevos platillos que busquen la sustitución del huevo y así disminuir su consumo, evitando problemas de colesterol.

Para lograr esto, haremos uso de harina de garbanzo, un ingrediente que se caracteriza por ser el sustituto perfecto en este tipo de platillos y que además es sumamente bueno para la salud pues es rica en fibra, en proteínas de origen vegetal, magnesio y potasio y ácidos grasos esenciales como el Omega 6.

¿Listo para descubrir el delicioso sabor de la tortilla de papa sin huevo y comenzar el día con un sabroso desayuno?

TORTILLA DE PAPA SIN HUEVO

INGREDIENTES:

2 papas grandes, peladas y cortadas en cuadraditos

Una cebolla mediana, cortada en cuadraditos

2 cdas copeteadas de harina de garbanzos

4 cdas de agua

2 cdas de aceite de oliva virgen extra

Sal

Unas gotas de vinagre de manzana (opcional)

PREPARACIÓN:

1. En una sartén, añade el aceite de oliva y las papas. Fríe a fuego medio alto durante cinco minutos.

2. Agrega la cebolla cortada y remueve antes de añadir sal. Fríe hasta que la cebolla esté translúcida. 

3. Mientras, vierte la harina de garbanzos, un poco de sal y el agua en un bowl. Mezcla hasta obtener una pasta con una densidad algo más líquida que el huevo batido. 

4. Cuando las papas estén blandas, añádelas al recipiente con la mezcla y remueve bien. 

5. Calienta un sartén con un poco de aceite para que no se pegue la tortilla. Luego vierte la mezcla de papas y pasta de harina de garbanzos y cocina a fuego medio bajo.

6, Ayúdate de una espátula para asegurarte de que no se pegue. Tapa la sartén y deja así hasta que veas que los bordes se van cuajando. En este punto puedes darle la vuelta con ayuda de un plato, y luego permitir que se cocine hasta que esté dorada.