Recetas saludables
¿Harto de lo mismo? Prepara un quiche de espinacas con queso
La recomendación es servirla con un poco de ensalada fresca, pero hay que decir que sola no sabe malEl último día del fin de semana es el más difícil para la cocina, porque definitivamente lo que queremos es descansar, comer algo rico y ver nuestras series o películas favoritas. Desafortunadamente luego de tanto cocinar, también pasa que nos agotamos las recetas y posibilidades de platillos fáciles, nos aburrimos y queremos cambiar por algo menos común o por lo menos que no hayamos probado antes.
Y precisamente para ése tipo de antojos, están no tan famosos o deliciosos quiché, que son una especie de pizza o pastel elaborada principalmente con una preparación de huevos batidos y crema de leche fresca y espesa (denominada migaine), mezclada con verduras cortadas, y/o productos cárnicos (panceta, jamón en tacos), con la que se rellena un molde que previamente se forra con masa.
La palabra proviene del vocablo Küche en el dialecto lorenés, hablado en la región de Lorena, en el noreste de Francia y ya fronterizo con Alemania. Deriva a su vez del alemán Kuchen (pastel). El platillo proviene de esta región francesa y consiste en una tarta salada abierta elaborada con masa brisa (masa quebrada) a la que se vierte una salsa batida de nata fresca (en francés, crème fraîche) y huevo denominada migaine.
Tradicionalmente, la "migaine" suele aromatizarse con pimienta negra y nuez moscada molidas. Esta receta original es conocida de la que proceden todas las demás variantes de quiche. Al principio, el relleno se componía solo de huevos y crema de leche o nata fresca en algunas ocasiones rallado de gruyer?, pero en el siglo XIX, se le añadieron las pequeñas tiras o tacos de panceta magra, fresca o ahumada, que caracterizan la quiche lorraine de hoy en día.
El guisado se hizo tan popular, que cruzó fronteras y actualmente ya hay diferentes variantes, que están alejadas de la receta original, que según los puristas, sólo deberían de llamarse "Tartas saladas", sin embargo, algunas todavía conservan los ingredientes originales. Algunas de ellas se pueden elaborar o con pasta brisa o con la tradicional de hojaldre. Hay que decir que todas tienen su encanto particular.
La receta que hoy compartiremos contigo es la famosa quiche florentine, que lleva espinacas y es parte importante de la dieta mediterránea. Para esta versión del platillo, la recomendación es servirla con un poco de ensalada fresca, pero hay que decir que no pasa nada si no se sigue la sugerencia, pues se trata de un platillo seco y que en solitario va bastante bien al paladar ¡Toma nota!
Ingredientes
- 4 cucharadas de aceite
- 2 cebollas grandes en rebanadas delgadas
- 350 g de espinacas lavadas, sin tallo y picadas
- 2 huevos
- 2 yemas de huevo
- ½ taza de crema para batir
- ½ taza de leche
- 1 cucharadita de mostaza
- ? de cucharadita de nuez moscada
- ? de cucharadita de pimienta de Cayena
- 1 taza de queso emmental o manchego rallado
- sal y pimienta
- 1 jitomate rebanado para decorar
¿Cómo se prepara?
- Extiende la masa para forrar un molde de quiche de 25 centímetros de diámetro y 5 centímetros de alto aproximadamente. Corta las orillas, perfora con un tenedor y refrigera 30 minutos.
- Precalienta el horno a 200 °C y hornea la pasta sin el relleno durante 10 minutos. Déjala enfriar y reserva.
- Reduce la temperatura del horno a 180 °C. En un tazón, bate los huevos con las yemas, la crema para batir, la leche, la mostaza, las especias, sal y pimienta.
- Agrega la mezcla fría de cebolla y espinacas e incorpora el queso; mezcla bien.
- Rellena la base del quiche con la mezcla de espinacas. Hornea durante 45 minutos o hasta que el quiche esté dorado. Retira del horno y deja enfriar durante 10 minutos.
- Decora con rebanadas de jitomate.