Hoy es quizá uno de los días más tristes para todos los aficionados del Real Madrid, tras darse a conocer que el director técnico, Zinedine Zidane, ha dejado el banquillo de los merengues, luego de tener una mala temporada con los madrileños, donde no obtuvieron ningún triunfo y, que, incluso, los aficionados nombraron el “nadaplete”, derivado de palabras como doblete o triplete, pero que en su caso, como no consiguió adjudicarse absolutamente nada, pues por ello la palabra. .
La noticias de la salida del francés, habrían empezado desde hace algunas semanas, pero no sería hasta la madrugada de este jueves, cuando los rumores se la salida de “Zizou” se habrían concretado, tras la supuesta plática que habría tenido, previo a las noticias, con los jugadores y directivos del club español. Aunado a esto, varios medios españoles comenzaron a circular que este ya habría firmado la renuncia y que solo era cuestión de horas para que se supiera que no estaría más a la cabeza del equipo.
Hoy su salida ha desatado miles de mensajes de apoyo y admiración para el estratega, que después de 6 años, 3 Champions y 2 títulos, habría dejado huella por siempre en la historia de la institución. Pese a esta situación, sabemos que muchos de los aficionados del Real Madrid se sienten muy tristes por la situación y, por ello, hoy les traemos una receta que muy probablemente pueden disfrutar en su honor y los hará llevar su salida mucho más amena, que simplemente llorando por los rincones.
Se trata de los famosos bartolillos, los cuales son un dulce típico de la repostería madrileña, los cuales suelen tener mayor popularidad en Semana Santa. De manera física son muy parecidos a las empanadas, por su forma triangular y frita a base de una masa fina, la cual va rellena de una deliciosa crema pastelera. Estos se pueden acompañar de un delicioso chocolate caliente o bien una taza de café, según sea tu elección.
Un dato curioso de los bartolillos es que se les ha comparado mucho con los pestiños, pues mucha gente asegura que su preparación es muy parecida a la de ellos, lo único que cambia entre ambas es que una es de masa mucho más gruesa que la otra y que los pestiños deben comerse al instante, de lo contrario no sabrán de lo mejor. Pero bueno, por nuestra parte no tenemos nada más que agregar y sin decir algo más, vamos con la receta de los bartolillos.
Bartolillos
Ingredientes
Crema pastelera para bartolillos
- ¼ litro de leche
- 65 g de azúcar
- 40 g de harina de repostería
- 1 Huevo
- ½ Vaina de vainilla
Masa para bartolillos
- 280-300 g de harina
- 75 g de manteca de cerdo
- 1 Vaso de vino blanco
- 25 g de azúcar
- 1 Cdita. de sal
- Aceite de oliva suave para freír
Preparación
Para la crema pastelera vamos a cortar la vaina de vainilla por la mitad y sacamos las semillas. Las ponemos a calentar con la leche hasta que hierva.
En un bowl vamos a mezclar el azúcar, los huevos y la harina. Integramos a la leche hirviendo poco a poco y removemos hasta que sea una sola consistencia. Se pone todo a fuego muy bajo y se remueve sin parar con cuchara de madera, hasta que comience a espesar.
Si espesa con demasiada rapidez, se retira momentáneamente del fuego y se bate bien con varillas para evitar grumos. Una vez cuajada, se deja enfriar, mejor con papel film por encima, en contacto con la superficie, para que no forme costra.
Para los bartolillos si el azúcar no es blanca, primero se echa el vino blanco en un bowl y se añade el azúcar. Se remueve hasta que el azúcar esté disuelto por completo.
Se cierne la harina y formaremos una especie de volcán con ella donde pondremos el resto de los ingredientes en el centro. Se mezcla todo y se amasa bien hasta conseguir una masa fina y compacta. Formaremos una bola, se le hace un corte en forma de cruz, se tapa con plástico para que no se reseque y se deja reposar media hora.
Pasado el tiempo vamos a formar un rollo y lo dividiremos en 12 partes.
Cada porción se aplasta con un rodillo hasta obtener una oblea bastante finita de unos 10 cm de ancho por 20-22 cm de largo.
Vamos a tomar una cucharada de la crema pastelera y ponemos en el centro, se humedecen los bordes con clara o con agua doblamos y apretamos los bordes para que se sellen o pisándolos con un tenedor. Se van reservando sobre la encimera enharinada.
Se pone el aceite a calentar a fuego medio y se van friendo de dos en dos. Según lo rápidamente que se doren, se puede ajustar la temperatura del aceite.
Cuando están dorados los sacamos y los ponemos sobre papel absorbente, se espolvorean de azúcar glass.
Sirve y disfruta.