Seamos honestos, los fines de semana no son los días en los que más ganas tenemos de cuidar la dieta y preferimos optar por pedir comida rápida o comprar algo, pero aunque vale la pena disfrutar y consentirse, también es mucho más recomendable que tú mismo prepares tus platillos, pues así te aseguras de usar productos de mejor calidad y evitas el uso excesivo de algunos ingredientes.
Y si te preocupa que el sabor no sea igual, tienes razón, pues ¡será aún mejor! Prueba a hacer esta receta en casa de pollo crujiente, en la que te decimos de qué manera hacer el marinado del pollo para que tenga un sabor excepcional y la consistencia de la corteza será muy crujiente, pero deliciosa, ¡te vas a sorprender!
En esta receta te aconsejamos usar piernas de pollo, ya que son las que tienen menor cantidad de carne y así evitarás que queden crudas, pero si quieres dejar menos tiempo la carne en el aceite y asegurarte de que quede bien cocido el pollo, lo único que tienes que hacer es cortar en fajitas unas pechugas y obtendrás bocados deliciosos de esta rica receta.
Pollo crujiente
Ingredientes para marinar el pollo:
- 1 kilo de piernas de pollo
- 1 huevo
- 1 cucharadita de mostaza
- 2 tazas de leche
- 250 gramos de harina de trigo
- 60 gramos de maicena
- 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de curry
- 1 cucharadita de pimentón dulce
Ingredientes para el pollo crujiente:
- 400 gramos de harina de trigo
- 1 cucharadita de orégano
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de jengibre
- 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
- Aceite vegetal
En un recipiente agrega el huevo, la mostaza y 1 taza de leche, mezcla perfectamente y agrega el harina de trigo, la maicena, la pimienta negra molida, el ajo en polvo, la sal, el curry y el pimentón dulce, comienza a mezclar hasta integrar todo.
La mezcla comenzará a apelamasarse, así que deberás ir agregando más leche de a poco e ir mezclando hasta conseguir una consistencia parecida a la de los hot cakes, pero mucho más líquida.
Haz unos cortes en diagonal a la carne del pollo con un cuchillo y mételas a la mezcla que preparaste, dale vuelta para que se impregne bien, tapa con plástico autoadherible y mete al refrigerador por 3 horas aproximadamente.
Mientras tanto, en un tazón grande coloca la harina de trigo, el orégano molido con tus manos, el ajo y el jengibre en polvo, y la pimienta negra molida, remueve para integrar y deja reposando hasta que el pollo se haya marinado.
Pasado el tiempo coloca un sartén alto con suficiente aceite vegetal y déjalo a fuego alto, hasta que esté bien caliente.
Saca una pieza de pollo de la mezcla líquida y pásala a la harina, vuelve a meter en la mezcla líquida y luego otra vez en la harina, una vez que termines coloca con cuidado en el sartén con aceite, repite con otra pieza de pollo y ve dándole la vuelta para que se dore parejo.
Cuando se hayan cocido, retira del aceite y deja las piezas reposando en papel absorbente de cocina para retirar el exceso de grasa. ¡A disfrutar!