Así puedes preparar una salsa para adobar tu carne favorita al horno

La salsa de adobo es una increíble mezcla de chiles secos acompañados con especias y vinagre para condimentar las carnes, principalmente se usa para la carne de cerdo y el guiso que da está creación es extraordinario. La receta como tal no es tan complicada como podría parecer, ya que suele llevar chile ancho y chile guajillo, condimentada con ajo y pimienta negra que hacen de este tipo de salsa de las más populares de todas. 

Ademas de poder disfrutarla en una carne al horno, como lo mencionamos en el título, también podrías jugar un poco más con ella y usarla para otro tipo de platillos como enchiladas, pozole, tamales, menudo, chilorio, chilaquiles y mucho más, por lo que podrías darle diversos usos y te aseguramos que será una gran opción para disfrutar en tu hora de comida. Así le darás gran variedad a tus platillos y no te aburrirás para nada de los adobos. 

Algo interesante de este tipo de adobo, es que podrías sustituir los chiles por alguna otra variedad de chiles secos como pasilla o mulato o ancho y les dará un color un poco más oscuro, pero el resultado será igual de bueno. Lo mejor de este platillo, es que lejos de pensarse que podría ser complejo, es realmente sencillo y muy económico, quizá lo que "más tiempo" te quitaría, será al momento de limpiar los chiles, pero lejos de eso será muy fácil y, que como ya lo mencionamos, podrías llevar al refrigerador hasta por 10 días. Sin más que agregar, pongamos manos a la obra con la salsa de adobo. 

Salsa de Adobo 

Ingredientes 

• 4 Chiles Guajillo
• 3 Chiles Anchos 
• 3 Tzas de agua tibia
• 2 Dientes de ajo picados
• 8 Granos de pimienta negra o ⅓ cucharadita recién molida
• Sal al gusto

Preparación

Para limpiar los chiles, con la ayuda de unas tijeras de cocina o un cuchillo pequeño haremos un corte  a lo largo de los chiles para eliminar las semillas y las venas. Una vez limpios los llevamos a una olla con en el agua tibia y dejamos remojar durante 10-15 minutos.

Ya que nuestros chiles estén suaves los llevamos a la licuadora con el ajo y pimienta negra. Agregamos 1 ½ taza del agua de los chiles y licuamos. Si quedaron restos, nos ayudamos de un colador para quedarnos solo con la consistencia líquida. 

Ponemos nuestra salsa de adobo en un frasco de vidrio en el refrigerador por hasta tres días. Cuando la saquemos removemos perfectamente para utilizarla y sazonamos con las especias o hierbas junto al platillo que vamos a cocinar.