Lo primero que viene a nuestra mente cuando hablamos de jícama es una deliciosa opción con limón, sal y chile en polvo. Pero la realidad de la jícama es que se puede disfrutar en varios platillos, como por ejemplo el que te vamos a dar hoy que es de jícama rostizada.
La jícama, pelenga o nabo mexicano es una planta leguminosa originaria de México, cultivada especialmente por sus raíces tuberosas, las cuales son comestibles. El origen de la palabra jícama es del náhuatl xīcama o xīcamatl que quiere decir, raíz acuosa. Después de un tiempo comenzó a popularizarse y uno de los primeros continentes en probarlas fue Asia, específicamente Filipinas.
Además de ser uno de los vegetales más populares México y el mundo, suele tener varios beneficios como por ejemplo es un gran elemento para ayudar a mejorar nuestra digestión al ser realmente rica en fibra. Por su alto contenido también de minerales como el cobre, magnesio y manganeso la hace también ideal Para mantener nuestros huesos sanos y fuertes. Ahora que ya lo sabes, que mejor manera de disfrutar de la jícama que con una increíble, por no mencionar sorprendente, recetas mexicanas rostizada.
Ingredientes
800gr Jícama pelada y cortada en cubos pequeños
3 Cdas aceite de oliva
3 Cdas cebolla morada picada finamente
2 Cdas perejil finamente picado
1½ Cdita salsa picante
1 Cdita ralladura de limón
Preparación
Precalentar el horno a 200°C.
En una bandeja para horno mezcla la jícama con 2 cucharadas de aceite de oliva, ½ cucharadita de sal y ¼ cucharadita de pimienta. Esparce en una sola capa. Cubre con papel aluminio y hornea por 25 minutos. Retira el papel aluminio por 30 minutos o hasta que notes que la jícama este doradita.
Al sacar del horno, transfiere la jícama a un recipiente grande y mezcla con la otra cucharada de oliva, cebolla morada, perejil, salsa picante, ralladura de limón y ½ cucharadita sal.
Sirve y disfruta.