Recetas

Rosquillas de anís caseras, una receta perfecta para Cuaresma

Las rosquillas de anís son ideales para disfrutar en cualquier momento del día y son perfectas para toda la familia
jueves, 25 de marzo de 2021 · 22:00

Las rosquillas de anís son esos deliciosos panecillos que nos encanta disfrutar por las mañanas, tardes y noches con una deliciosa bebida caliente y que desde el primer bocado nos hacen enloquecer por lo ricas que resultan ser. El olor desde su preparación es algo que no podríamos explicar por lo rica que es, incluso podríamos decir que nos hace regresar en el tiempo, cuando éramos pequeños saliendo de clases.

Por lo regular estas se hacen fritas, pero algunas otras personas suelen cocinarla al horno y ambas preparaciones son validas, es más, podríamos casi jurar que mientras lees esto, ya te imaginas el olor que sueltan y piensas en la canela con el azúcar. Si a esto le sumamos el toque del anís, que lo hace realmente rico, no tienes idea de la gran receta que es. Aunque podrías comprar estas rosquillas en grandes cantidades y ya sin necesidad de preparar nada, te aseguramos que no se van a comparar absolutamente en nada. 

Y justamente, ya que tocamos el tema del anís, podemos decir que algunas otras recetas que podrían tener anís y que le darían un toque perfecto, son los waffles, los profiterloes o las torrijas, que también te hemos dado diversas recetas de ellos, pero que de igual manera por aquí aparecerán, para que vayas a verlas también y hagas todas. Como no tenemos nada más que agregar y ya te antojamos mucho, vamos con la receta de rosquillas de anís caseras.

Rosquillas de anís caseras

Ingredientes 

  • 600 gr de harina
  • 2 huevos
  • 150 gr de azúcar
  • 200 gr de leche
  • La ralladura de medio limón
  • 100 ml de aceite de girasol
  • 100 ml de anís
  • 1 sobre de levadura
  • Una pizca de sal
  • Aceite de girasol
  • Azúcar para decorar

Preparación 

Lo primero que haremos será tamizar la harina y la levadura. Con un colador pasamos toda la harina, de esta manera no nos quedará ningún grumo. Reserva.

En otro bowl ponemos los huevos y los batimos.  Incorporamos poco a poco el azúcar hasta que estén perfectamente integrados estos dos ingredientes en uno solo y agregamos el aceite de girasol.

Añadimos a la mezcla el anís y la leche junto con la ralladura de la cáscara de medio limón.

Le daremos un poco más de sabor a la leche si la hervimos con el limón, de esta manera no encontraremos los trocitos de la cáscara. Este paso lo podemos hacer de la manera que más nos guste.

Vamos añadiendo a esta base líquida la harina y la levadura. Poco a poco y cuando sientas que se pega en las manos, dejamos reposar por una hora.

Pasado el tiempo hacemos las rosquilla. 

Enharinamos una superficie y con el rodillo haremos una lámina del mismo tamaño. Debe tener un grosor adecuado, teniendo en cuenta que al freírse ganarán volumen.

La base la vamos a cortar en forma circular, podemos usar un vaso. Para hacer el agujero, podemos incluso usar el dedo o el mango de una espátula, cortamos con el cuchillo y retiramos el centro. Las rosquillas no son muy grandes.

El siguiente paso, mientras las rosquillas reposan es calentar el aceite. Unas buenas rosquillas se preparaban en aceite de girasol.

Cuando está caliente vamos friendo las rosquillas hasta que estén doradas, en ese momento les damos la vuelta y esperamos a que estén listas. Colocamos las rosquillas sobre un papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite. Solo nos quedará esperar a que se enfríen un poco y rebozar con el azúcar.

Disfrutaremos de una combinación de ingredientes impresionante que se cocina en un tiempo récord. Regresa al pasado con esta combinación de sabores que impresiona.