Desayuno

Chilaquiles en salsa pasilla: Esta es la DELICIOSA receta que te dejará queriendo más

No se sabe si los chilaquiles tienen origen prehispánico o surgen más tarde a raíz del mestizaje en la época colonial
domingo, 28 de febrero de 2021 · 09:56

Los chilaquiles son uno de los platillos más tradicionales de México. Es el desayuno perfecto para después de 'la cruda' o simplemente para un domingo cualquiera. No sólo porque son picositos y deliciosos, sino porque además se puede combinar con cualquier cantidad de guarniciones para que empieces el día cargado de energía y buen sabor. Los más populares son los rojos y verdes, pero se pueden preparar con gran cantidad de salsas, dependiendo el chile que más te guste, hay ancho, morita, pasilla, habanero, mole y de cualquier otro tipo.

No se sabe si los chilaquiles tienen origen prehispánico o surgen más tarde a raíz del mestizaje en la época colonial, pues los ingredientes base, como la tortilla y el chile son nativos, pero el queso, la cebolla y el pollo fueron traídas de Europa por los españoles, pero fue hasta 1571, cuando el misionero franciscano Alonso de Molina mencionó la salsa de chile en su Vocabulario en Lengua Castellana y Mexicana,​ que era muy típica de los nativos, los cuales la llamaban chilmulli, que significa salsa de chile y lo cual es el permiso perfecto para prepararlos con cualquier tipo de salsa.

En El Cocinero Mexicano se niega un origen prehispánico de los chilaquiles, y se atribuye su invención a la cocina de los conventos, pero esto no ha sido comprobado, por lo que su origen se mantiene incierto.

Su uso en el lenguaje popular

En plural, chilaquiles se refiere a este plato, sin embargo, en el habla coloquial se puede usar chilaquil, en singular, para referirse a algo que ha sido mal tratado, como: tu cuaderno es un chilaquil ("tu cuaderno está maltratado"), en analogía a como quedan de empapados los totopos al bañarse en la salsa. En otros contextos, también se refiere al jefe o la persona al mando ("aquí manda Don Chilaquil"). En otras regiones, en cambio, tiene una connotación positiva y es una palabra cariñosa para la pareja o el amante ("eres mi chilaquil"), en referencia a lo apetecibles que son en cualquier momento del día.

Variantes del platillo

La salsa de los chilaquiles blancos se elabora con jitomates y chiles verdes cocidos y molidos y luego fritos en manteca. También se proponen varios aderezos opcionales: queso añejo, cebolla, chorizo o chorizón, longaniza, morcón, costilla de cerdo, jamón o carne deshebrada; Para la salsa roja o colorada, se usan chile ancho y pasilla, y opcionalmente se hace un pipián, que es una salsa usando estos chiles junto con pepitas de calabaza y/o ajonjolí, entre muchas otras variantes de la receta.

Hoy te enseñaremos la receta de los chilaquiles con salsa pasilla, para que si eres ya de por sí fan de este platillo, agregues esta variante en tu lista de posibilidades a la hora de cocinar y degustes el manjar con todas sus letras, porque aunque es una receta algo tardada, su preparación merece la pena que le eches un vistazo para que sorprendas a todos los comensales, desde ti mismo, hasta toda tu familia, porque nunca es suficiente. Los chilaquiles han estado aquí desde hace mucho tiempo y tienen derecho a renovarse para no morir.

Ingredientes

  • 6 Chiles Pasilla
  • 5 tomates verdes
  • 2 dientesajo
  • 1/2 cebolla blanca
  • 2 cucharadas sal
  • 4 tortillas por persona
  • Cebolla picada asada al gusto
  • Queso manchego rallado al gusto
  • Carne, pollo o chorizo al gusto
  • Frijoles al gusto

¿Cómo prepararlos?

  1. Desvena los chiles pasilla, es decir, retírales la cola y quítales las semillas que vienen dentro.
  2. Prepara los ingredientes, mientras calientas un poco de agua y preparas dos ollas.
  3. Coloca la suficiente cantidad de agua como para que cubra los ingredientes.
  4. En una olla coloca los tomates, la cebolla el ajo y una cucharada de sal; en la otra sólo los chiles.
  5. Cuece aproximadamente 10 minutos las dos ollas a fuego alto y evita que los tomates truenen.
  6. Cuando los chiles tengan una consistencia aguada y los tomates un verde seco, retíralos del sartén y déjalos en reposo por 10 minutos.
  7. Coloca todos los ingredientes en la licuadora. Licúa un poco los ingredientes, añade 1 cucharadita de sal y 3 cucharones del agua utilizada en los chiles y vuelva a licuar nuevamente.
  8. Una vez que todo esté licuado, coloca la salsa en una olla pequeña a fuego medio durante 10 minutos para que termina su cocción y tenga mejor sabor.
  9. Coloca en un sartén dos cucharones de aceite espera a que caliente a fuego alto por un minuto.
  10. Baja la flama a fuego medio y coloca de uno a uno los triángulos de las tortillas, de manera que el aceite las cubra casi en su totalidad.
  11. Con cuidado da vuelta a cada una de los totopos o tortillas fritas para que terminen de dorarse del otro lado.
  12. Una vez dorados los totopos retíralos del sartén y escúrrelos en una servi toalla para limpiarles el aceite.
  13. Coloca un sartén limpio a fuego medio los totopos, añada de 1 a 2 cucharones de Salsa de Chile Pasilla por porción, en caso de estar muy espesa la salsa añada muy poca agua caliente.
  14. Revuelve con los totopos y tape el sartén durante un minuto para que pierdan su dureza.
  15. Retira del sartén y sirva en un plato, coloque un pedazo de carne, pollo o chorizo al gusto y frijoles.
  16. Añade los complementos que gustes, como cebolla, cebolla asada, aguacate, queso o crema.
  17. ¡Provecho!

¡Ojo!

Los chilaquiles definitivamente no son un desayuno dietético, pero sí un deleite para el paladar, que te puedes dar de vez en cuando. El valor nutricional de una porción es de 400 calorías, por 25 gramos de proteínas. Sin bien son una bomba de carbohidratos y harinas, también son deliciosos, por lo que es recomendable comerlos con medida o cuando tu peso no te preocupa, o justo después de finalizar tu dieta, que tanto te restringió de los placeres mundanos.