Todos sabemos que los tamales, además de ser uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana, son un elemento importante con el que podemos adornar nuestras ofrendas del Día de Muertos. Lo que muchos no saben es que en Querétaro se originó una receta conocida como "tamal de muerto" que oculta una historia un tanto macabra pero un sabor delicioso.

Cuenta la leyenda que los habitantes del estado confiaban su vida y salud al Gran Tuno, uno de los curanderos con mayores poderes que era capaz de controlar los elementos a su voluntad, era tanto su poder que incluso el mar y el sol obedecían sus órdenes, sin embargo, la muerte era lo único que no podía dominar. Cuando una persona enfermaba y todo parecía indicar que no tenía remedio lo llevaban con el Gran Tuno.

Sin embargo, había ocasiones en las que el curandero no podía salvarlos y, cuando era así, él aseguraba que la muerte debía tener un significado importante. Por ello, lavaba los pies de las víctimas y después de cremarlos tomaba una parte de sus cenizas que pasaba a ser uno de los ingredientes principales de los tamales que elaboraba para que la familia comiera en el velorio.

Esto se hacía como símbolo de la famosa frase "polvo somos y en polvo nos convertiremos", aunque también buscaba que quienes comieran los tamales de muerto, no contrajeran la misma enfermedad del difunto.

Actualmente, lo único que resta de esta leyenda es la historia y el nombre, pues la receta se elabora con chile y se prepara con maíz negro para hacer alusión a este momento, pero te aseguramos que los tamales no tienen nada de tenebrosos y son totalmente exquisitos. 

TAMALES DE MUERTO, APRENDE A PREPARARLOS 

Ingredientes:

Para la masa:

1 kilo de maíz negro, perfectamente lavado

3 litros de agua

5 cdas de cal

Para la masa de los tamales:

1 kilo de masa de maíz negro

400 g de manteca de cerdo

1 cda de polvo para hornear

1 taza de caldo de pollo

Hojas de maíz secas

Sal

Para el relleno:

12 chiles anchos

2 cebollas medianas

1 diente de ajo

35 g de manteca de cerdo

350 g de queso añejo rallado

Preparación:

Para el relleno:

1. Primero desvena; pon a asar y a remojar posteriormente los chiles anchos.

2. Una vez remojados, muélelos junto con las cebollas, el ajo y un poco del agua de su remojo.

3. Pon a calentar la manteca en una cazuela y luego añade la mezcla de chile. Cuela, agrega sal y deja sazonar hasta que espese. Añade el queso rallado y retira del fuego.

Para la masa:

1. En una olla grande, agrega el agua, el maíz y la cal. Revuelve continuamente hasta que le puedas retirar el pellejo con facilidad. Después lávalo y muélelo; reserva.

2. Bate la manteca hasta que esponje y blanquee. Añade la masa, el polvo de hornear, el caldo y la sal. Continúa batiendo hasta que al poner un pedazo de masa en un vaso de agua, flote.

3. Extiende la pasta sobre una servilleta o toalla de papel húmeda. Coloca encima una capa de relleno, enrolla y corta en rebanadas.

4. Coloca en las hojas de maíz remojadas y escurridas, tratando de que queden bien apretadas. Envuelve con la forma de tamales y pon a cocer en una tamalera o vaporera hasta que se desprendan fácilmente de la hoja.