Recetas con pollo

Trucos y receta para hacer un crujiente y delicioso pollo frito

Una de las maneras favoritas de saborear el pollo frito es crujiente y quien diga que no, miente
lunes, 11 de octubre de 2021 · 10:08

Comer pollo es algo más común de todo lo que nos gustaría. Todos lo hemos hecho o lo hacemos con bastante frecuencia, porque sabemos que es una carne mucho más ligera y fácil de digerir en comparación de la carne roja. La podemos consumir cocinada de diferentes formas. Desde cocido hasta frito, ya sea a la parrilla, a la leña  o en diferentes maneras. Sobre todo, porque es una carne versátil y muy manejable. 

Del pollo, se pueden consumir diferentes partes: las patas o manos, la cresta, las alas o alitas (uno de los platos más conocidos son los buffalo wings estadounidenses), las piernas o muslos de pollo, la pechuga y las menudencias (hígado, corazónmolleja o pana y buche o contre).  Las alas y muslos son cortes muy apreciados, pero las patas son altamente ricas en colágeno.

Una de las maneras favoritas de saborearlo es sin duda el pollo frito crujiente. Es muy sabroso y combina sumamente bien con puré de papa y ensalada, por tanto no hay razón para perder oportunidad  en preparar uno y por eso hoy decidimos traerte una receta para que puedas prepararlo, pero como no siempre te queda suficientemente crujiente, también compartiremos contigo unos tips para que te quede muy rico. 

Ingredientes

  • 1 kg de alitas de pollo
  • 1 vaso de harina de trigo
  • 2 vasos de pan rallado o molido
  • 1 cucharadita de las especias que elijas (cayena o chile en polvo, pimienta negra molida, ajo y cebolla en polvo, paprika)
  • 1 huevo
  • 200ml de leche
  • Sal y pimienta
  • Aceite para freír

¿Cómo se prepara?

  1.  Corta las alitas del pollo. Con un cuchillo muy afilado las cortamos por la articulación. La puntillita que no nos sirve, la retiramos.
  2. Prepara lo que será el rebozado exterior de nuestro pollo frito crujiente. Pon el huevo y la leche en un plato hondo y bate ambos ingredientes hasta que quede una mezcla de color crema y sin grumos del huevo.
  3. En otro plato preparamos la otra parte del empanizado. Coloca la harina, el pan rallado, las especias y mezcla todos los ingredientes con las manos hasta que queden todos homogéneamente mezclados.
  4. Pasa las alitas por la mezcla de harina pan rallado y especias, después por la mezcla del huevo y la leche y después nuevamente por la mezcla de harina y pan rallado. Reserva.
  5. Una vez empanadas, metemos las alitas de nuestro pollo frito crujiente en la nevera durante una hora para que el empanado exterior se asiente bien.
  6. Finalmente, fríe las alitas en abundante aceite, durante unos 5 minutos. El aceite debe estar caliente, pero tampoco demasiado para que las alitas se frían bien en su interior sin que el empanizado exterior llegue a quemarse.

Tips para que el pollo te quede crujiente

1. El calor. Para que el pollo quede crujiente, es muy necesario que lo frías a fuego medio. Es muy importante que el pollo frito se cocine bien por dentro, pero sin que se queme por fuera. Para controlar esto, lo mejor es evitar usar la flama muy alta o también la mínima, porque si no se quema, corres el riesgo de que no se cueza muy bien que digamos, por eso una flama intermedia es la mejor idea. 

2. Reboza antes de freír, no antes. Lo mejor es que lo reboces o empanices antes de freírlo para que no se humedezca el pan con los jugos del pollo. Si sigues este consejo, tu pollo frito  te quedará mucho más crujiente y menos grasiento. Así que si piensas que esto es una locura, es tu momento para comprobar los hechos.

3. Puedes sustituir las especias. Aunque las que te dimos en esta receta tienen un gran resultado, si no te convencen, siempre puedes sustituirlas por algunas especial para barbacoa o en su defecto, los sazonadores de pollo que encuentres en el supermercado. Recuerda que más que tener o no la razón, toda receta responde a diferentes estilos, por lo que también puedes optar por sazonadores de pollo que encuentres en el supermercado.

El pollo frito es un platillo al que nadie le dría que no. Foto: Pixabay