Caldo de huesos, una receta perfecta para aprovechar al máximo todos sus beneficios

Tradicionalmente el caldo de hueso ha sido un remedio santo para resucitar "muertos". Cocinado a fuego limpio, exprimiendo al máximo todos los nutrientes contenidos en los huesos, esta preparación vuelve a estar de moda desde hace algún tiempo. Ya sea que se cocine en casa o también puedes comprarlo ya preparado, aunque nunca será lo mismo, y por supuesto, si es de buena calidad prepárate a pagarlo como corresponde.

Ingredientes:

• 1 pollo campero
• 3 cebollas
• 2 tallos apio
• 6 dientes ajo
• 1 chirivia
• 1 nabo
• 1 ramita de romero fresco
• 1 limón
• 1 manojito de perejil
• 1 cucharada de miso blanco (opcional)
• 2 hojas de laurel
• Sal y pimienta al gusto
• 4 zanahorias
• 1 calabacín
• 1 cucharada de un buen vinagre orgánico

Preparación:

La elaboración es muy sencilla.

Se comienza poniendo todos los ingredientes juntos, con 5 litros de agua en una buena olla alta. Una vez que alcance el hervor, y durante los primeros 15 minutos vamos a eliminar todas las impurezas que vayan apareciendo en la superficie de la olla, las cuales iremos retirando por que no nos interesan.

La utilización del vinagre nos ayudará a sacar todos los nutrientes del pollo. 

Uno de los trucos más utilizados, consiste en bajar el fuego al mínimo cuando empieza a hervir el caldo, y mantenerlo cociendo por lo menos 4 o 5 horas, con la olla tapada. Si vemos que se consume mucho líquido podemos añadir la parte proporcional con agua caliente, nunca fría para que la temperatura de cocción sea constante.

Cuando terminemos, colamos, reservaremos y separamos todos los ingredientes para enfriar el caldo por separado, el cual se irá consumiendo conforme nos apetezca.

Este caldo es rico en minerales, calcio, magnesio y colágeno. Y si lo consumes habitualmente notarás los cambios reflejados en la salud de tus huesos, tus uñas y tu pelo... ahhh y cómo no en la apariencia de tu piel.