Tarugos de tamarindo, un azucarado y picante dulce tradicional mexicano

Los dulces de tamarindo son un imperdible dentro de la categoría de los postres mexicanos más tradicionales, pues desde las cucharitas, hasta los popotes de tamarindo y sin dejar de lado a los tarugos de tamarindo, todos en algún punto de nuestra vida hemos disfrutado de este delicioso dulce típico. El tamarindo es uno de los ingredientes más usados dentro de la gastronomía de nuestro país, ya sea para la preparación de aguas frescas o bien como un toque especial para la elaboración de platillos como cremas, guisos con carne y pescado o en alguna sopa. 

El tamarindo no solo es un gran aliado de la cocina, sino que también es una gran fuente de vitaminas B, C y E, así como una gran cantidad de fibra, calcio, hierro, potasio, zinc y fósforo. Además de que funciona como un laxante natural, elimina los gases y los problemas intestinales, y ayuda en la regulación de los niveles de colesterol en la sangre. 

Originario de Asia y del continente africano que llegó a México durante el periodo colonial español, sin embargo, su cultivo se extendió por todo el país quedando arraigado principalmente en los estados de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán. Actualmente, nuestro país se coloca como uno de los mayores productores y consumidores de tamarindo en el mundo. Por lo anterior, te compartiremos una receta para que preparar unos ricos tarugos de tamarindo. 

Tarugos de tamarindo 

Ingredientes: 

1 kilo de tamarindo natural 

1 litro de agua 

2 tazas de azúcar blanca 

Azúcar y chile piquín al gusto

Preparación: 

Para comenzar, primero deberás quitar toda la cáscara y los hilos que recubren la pulpa del tamarindo, así como los huesos que se encuentran en el interior de la fruta. Reserva. En una olla, coloca la pulpa de tamarindo y cubre con agua, deja cocinar a fuego medio sin dejar de mover y hasta que la pulpa de deshaga. No debes dejar de mover la mezcla porque puede pegarse. 

Sin dejar de mover, agrega poco a poco las dos tazas de azúcar y sigue cocinando hasta que el tamarindo forme una pequeña masa que se despega con facilidad de la olla, es entonces que deberás retirar la mezcla del fuego y dejar que se enfríe por unos minutos a temperatura ambiente. 

En platos separados, coloca una cama de azúcar y en otro una cama de chile piquín; con las manos, haz pequeñas bolitas con la pulpa de tamarindo y pásalas por el azúcar o el chile. Y listo, ya puedes comenzar a disfrutar de estos ricos tarugos de tamarindo, o puedes servirlos como acompañamiento en algún postre o helado.