Prepárate este delicioso menudo rojo y olvídate del frío invernal

El menudo o pancita es una de las preparaciones típicas de la cocina mexicana, aunque para muchos su aspecto no es muy atractivo para un platillo, su sabor es delicioso sobre todo en la temporada invernal cuando se necesita de una receta caliente para soportar las bajas temperaturas. Este plato es muy sencillo de hacer, ya que en menos de hora y media podrás comenzar a disfrutar de su sabor, incluso es una muy buena opción para el desayuno en familia. 

Su origen no está muy claro, ya que lo rodean un par de historias que pudieron ser el inicio de esta tradición culinaria. La primera de las historias señala que esta preparación es de origen español, donde se preparaba un caldo con menudencias como callo y pedazos de estómago, el cual surgió en las clases bajas ya que la carne del ganado era seleccionada para alimentar a los soldados hambrientos, mientras que las menudencias eran dadas a los campesinos. 

Otra de las historias sobre esta preparación proviene de la época virreinal en México, pues según la leyenda un carnicero español no le agradaba que los indígenas consumieran la carne que él vendía puesto que esta solo estaba destinada para los españoles o las personas de la alta sociedad. Así, el carnicero solo vendía a los indígenas los retazos hasta que un día una de las cocineras de una casa de españoles adinerados le pidió al carnicero que le vendiera pancita y pata para sus patrones. 

Tal fue la sorpresa del carnicero que le preguntó a la cocinera por qué llevaba menudencias para sus patrones, a lo que ella aseguró que la preparación de menudo que hacían los empleados llamó la atención de sus patrones, ya que esta desprendía un olor delicioso al que no pudieron resistirse. A partir de entonces, el menudo comenzó a popularizarse de forma generalizada, dando paso al popular platillo que ahora conocemos. 

Menudo rojo

Ingredientes: 

• 1 1/2 kilos de menudo (panza de res picada)
• 1/2 cebolla blanca
• 5 hojas de laurel
• 2 chiles guajillo
• 2 chiles pasilla
• 8 chiles catarina
• 1 cucharada de comino
• 2 dientes de ajo
• 1/2 cebolla picada finamente
• 3 cucharadas de orégano molido
• Sal al gusto
• Aceite vegetal, el necesario
• Limones para acompañar

Preparación: 

Enjuaga muy bien la carne y de ser necesario corta en trozos más pequeños, como para un bocado. Coloca la carne en la olla de presión y añade un pedazo pequeño de cebolla (como una cuarta parte), junto con el ajo, hojas de laurel, un poco de sal al gusto y cubre con suficiente agua. Deja cocinar por unos 40 minutos. Retira con mucho cuidado la tapa de la olla y verifica que la carne esté suave, de lo contrario puedes volver a cocinar por unos 20 minutos extra. 

Toma dos tazas del caldo del menudo. Escurre la carne con cuidado una vez que la preparación se haya enfriado ligeramente. En el caldo que reservaste, coloca los chiles para que se remojen por unos 20 minutos o hasta que estén suaves. Escurre los chiles y ponlos en la licuadora junto con un chorrito del caldo, el resto de la cebolla, comino y añade un poquito de sal al gusto. Licúa hasta obtener una pasta suave. Reserva. 

En una cacerola añade un chorrito de aceite vegetal y deja que se caliente por un par de minutos. Añade la pasta que hiciste previamente en la licuadora y deja cocinar hasta que comience a hervir. Añade la carne cocida junto con el caldo que sobró de la cocción y de ser necesario vierte un poco de agua para terminar de llenar o lograr el espesor necesario de la preparación. Comprueba la sazón y de ser necesario añade un poco más de sal. Deja cocinar a fuego bajo por 20 minutos. 

Sirve en platos hondos al gusto y acompaña con un poco de orégano, cebolla picada, limones y tortillas calientes. Disfruta.