Durante la temporada de calor, nada se antoja más que algo frío, natural y sin complicaciones. Y si además es casero y con pocos ingredientes, mejor aún. Una buena opción para refrescarte y aprovechar las frutas de temporada de verano es la nieve de sandía, una receta súper fácil que no necesita máquina ni tantos pasos.
La sandía es una de las frutas más frescas del verano, ideal para hidratarte y para preparar postres sencillos. Su sabor dulce y su alto contenido de agua la hacen perfecta para convertirla en una nieve natural. Además, si quieres algo sin azúcar añadida y con buen sabor, esta receta es perfecta para ti.
Con solo dos ingredientes, puedes preparar una nieve que te hará olvidar los helados comerciales. No necesitas tener experiencia en la cocina, ni gastar mucho dinero. Sigue leyendo y descubre cómo preparar este postre que, estamos seguros, se convertirá en tu favorito del verano.
¿Qué necesitas para hacer nieve de sandía en casa?
Ingredientes:
- 3 tazas de sandía sin semillas y en cubos
- El jugo de 1 limón grande
- Puedes agregar un poco de chile en polvo si te gusta ese toque acidito y picosito, pero es opcional.
Preparación paso a paso
- Corta la sandía en cubos pequeños y retira todas las semillas. Lo ideal es usar una sandía bien madura, para que esté dulce sin necesidad de añadir azúcar.
- Coloca los cubos de sandía en una charola o bolsa hermética y congélalos durante al menos 3 horas, o hasta que estén completamente duros.
- Una vez congelados, lleva los cubos a la licuadora o procesador de alimentos, agrega el jugo de limón y mezcla hasta obtener una textura tipo frappé o nieve.
- Puedes servirla inmediatamente o guardarla en un recipiente hermético en el congelador para que tome una textura más firme. Si la dejas más tiempo, sácala unos minutos antes de servir para que sea más fácil de manipular.
Y eso es todo. En menos de 10 minutos, después del congelado, tendrás una nieve casera, sin conservadores, sin colorantes y con todo el sabor del verano.
Además de ser deliciosa y refrescante, la sandía es rica en vitamina C, vitamina A y antioxidantes como el licopeno, que puede ayudar a proteger tus células del daño oxidativo. También contiene mucha agua, lo que la hace ideal para mantenerte hidratado durante el calor.
