El próximo domingo 15 de junio México celebra el Día del Padre, una fecha perfecta para consentir a quienes nos enseñaron a pedalear y a mantener el equilibrio en la vida. Aunque las comidas suelen girar en torno a platillos llenos de azúcar, cada vez son más los hogares que necesitan opciones dulces aptas para personas con diabetes o que simplemente buscan reducir su consumo de azúcar sin sacrificar sabor ni textura.
El durazno ocupa un lugar privilegiado entre las frutas de temporada: su jugosidad natural, su aporte moderado de carbohidratos (± 9 g por 100 g) y su alto contenido de fibra y antioxidantes lo convierten en un aliado para postres ligeros. Cuando lo combinamos con lácteos descremados y endulzantes de bajo índice glucémico, obtenemos un balance ideal entre placer y control glucémico.
El mousse, con su textura aireada y cremosa, es un postre clásico que normalmente lleva grandes cantidades de azúcar refinada. Pero al reemplazar el azúcar por edulcorantes sin calorías y la crema batida por gelatina sin sabor, se consigue una versión mucho más ligera, con una consistencia firme y un impacto mínimo en los niveles de glucosa. Por eso, te compartimos una receta fácil, económica y lista en menos de 20 minutos de preparación activa: un delicioso mousse de durazno sin azúcar que puedes disfrutar sin culpas en este Día del Padre. Sigue leyendo y descubre cómo hacerlo paso a paso.

¿Cómo preparar el mousse de durazno?
Ingredientes
- 4 duraznos grandes (frescos, maduros pero firmes)
- 200 g de yogur griego natural sin azúcar
- 200 ml de leche semidescremada (o bebida vegetal sin azúcar)
- 1 cucharada (10 g) de grenetina sin sabor
- ¼ de taza de agua fría (para hidratar la grenetina)
- 3 a 4 g de stevia en polvo (o equivalente en fruta del monje, al gusto)
- ½ cucharadita de extracto natural de vainilla (opcional)
- Láminas de durazno y hojas de menta para decorar (opcional)
Preparación
- Hidrata la gelatina. Espolvorea la grenetina sobre ¼ taza de agua fría, deja reposar 5 min y luego calienta 15 s en microondas o a baño María hasta que se disuelva; reserva.
- Licúa la base. Pela los duraznos, retira el hueso y procesa la pulpa con el yogur, la leche, la vainilla y el edulcorante hasta obtener una mezcla homogénea.
- Incorpora la gelatina. Con la licuadora en marcha a velocidad baja, vierte la gelatina disuelta en hilo fino para que se distribuya uniformemente sin formar grumos.
- Airea y refrigera. Bate la mezcla 1–2 min adicionales para introducir aire (puedes usar batidora de mano). Reparte en copas o vasos y refrigera al menos 90 min, hasta que cuaje.
- Sirve. Decora con láminas de durazno fresco y una hoja de menta. Disfruta al momento.