Si compraste naranjas y aún no están del todo maduras, su sabor puede ser demasiado ácido para disfrutarlas frescas. No obstante, esto no significa que debas desperdiciarlas o esperar demasiado a que estén listas. Una excelente forma de sacarles provecho es preparando una deliciosa mermelada casera que concentra su sabor y te permite disfrutarlas al máximo.
La mermelada de naranja es ideal para colocar en panes, galletas o incluso para incorporarla como relleno o ingrediente de otros postres. Además, preparar esta receta en casa te permitirá aprovechar al máximo cada parte de la fruta, ya que también usaremos su cáscara, haciendo de esta mermelada una opción sustentable, económica y muy rica para el hogar.
Esta receta te permite tener una mermelada fresca y casera en casa con la que podrás controlar mejor la acidez, el dulzor y la intensidad de la fruta. Y lo mejor de todo es que no lleva ni conservadores o colorantes artificiales. Así que se trata de un producto muy natural que solo te llevará un par de horas tener listo en casa para que puedas disfrutar de tus platillos favoritos acompañados del dulce sabor de la naranja.

Mermelada de naranja
- La cáscara de 4 naranjas
- 2 tazas de jugo de naranja
- 400 gramos de azúcar
Pasos:
- Retira la parte blanca de las cáscaras y corta en tiras finas.
- Coloca el jugo de naranja, el azúcar y las cáscaras en una olla.
- Lleva a fuego medio hasta que comience a hervir y reduce el fuego.
- Cocina a fuego bajo por aproximadamente 30 minutos, removiendo ocasionalmente.
- Una vez que tenga una textura espesa, retira del fuego y deja enfriar.
- Envasa y conserva en refrigeración.
Ten en cuenta que la parte que vamos a utilizar de la cáscara es solo la piel superficial de la naranja, es decir, la parte que tiene el sabor y color intenso. La parte blanca la debemos desechar, ya que esta suele amargar las preparaciones. Al momento de retirar la cáscara, puedes hacerlo con cuidado para no extraer ninguna parte blanca o hacer este proceso hasta que hayas quitado toda la cáscara y puedas manejar mejor cada pieza.
Del mismo modo, te recomendamos que, una vez que hayas exprimido el jugo, lo pases por un colador para eliminar cualquier semilla o parte fibrosa de la naranja que se pudiera haber integrado en el líquido. Esto nos dará como resultado una mermelada con una textura muy particular, pues los únicos pedacitos que estarán presentes dentro de este postre serán la cáscara confitada de la misma fruta.