Hay días en los que simplemente queremos comenzar nuestro desayuno con algo dulce, reconfortante y fácil de preparar. Para estos momentos, unos muffins caseros pueden ser justo lo que necesitas, ya que son versátiles, esponjosos e ideales para acompañar tu café o bebida favorita. En esta ocasión, te enseñaremos una variedad muy especial y deliciosa, gracias a su textura crujiente y su sabor dulce.
Estos muffins de mermelada tienen el balance ideal entre un centro esponjoso, suave y lleno de sabor, con una parte superior muy crujiente gracias a un crumble dorado que enseñaremos a preparar. Una mezcla que se puede añadir a tus postres favoritos y que, al hornearse, dará un toque irresistible a tus preparaciones. Los muffins quedarán perfectos con esta adición, ya que no necesitas muchos ingredientes extra para elaborarla.
Una parte importante de esta receta es la mermelada, que aporta un toque de dulzor y humedad al centro de tus muffins fácilmente. Aquí puedes utilizar desde mermelada de fresa hasta otras variedades de frutas que tengas a la mano. Lo importante es que la agregues en el momento justo de la preparación. Solo procura que tu mermelada sea una que no tenga demasiada fruta entera, para que así pueda mezclarse bien con la masa del muffin.
Muffins de mermelada y crumble
- 2 1/2 tazas de harina
- 1 cucharada de polvo para hornear
- 120 gramos de mantequilla
- 1 taza de azúcar
- 2 huevos
- Esencia de vainilla al gusto
- 160 ml de leche
- 1 taza de mermelada (la que prefieras)
Para el crumble crujiente:
- 100 gramos de azúcar
- 90 gramos de mantequilla muy fría
- 1 taza de harina
Pasos:
- Precalienta tu horno a 180?°C.
- Mezcla la harina y el polvo para hornear, tamiza y reserva.
- En otro recipiente, bate la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa.
- Agrega los huevos uno por uno y la esencia de vainilla. Mezcla nuevamente.
- Incorpora la leche y después añade los ingredientes secos poco a poco hasta integrar completamente.
- Llena 3/4 de cada espacio del molde para muffins con la masa.
- Agrega una cucharada de mermelada por encima de cada muffin y mezcla ligeramente con un palillo.
- Para el crumble, mezcla todos los ingredientes con un tenedor o espátula hasta obtener una textura arenosa.
- Espolvorea un poco del crumble sobre cada muffin.
- Hornea de 35 a 40 minutos o hasta que, al insertar un palillo, este salga limpio.
- Deja enfriar antes de desmoldar y disfrutar.
Toma en cuenta que, al agregar la mermelada, deberás mezclar suavemente con la masa solo para crear un efecto marmoleado. Nos interesa que partes de la mermelada queden enteras en este postre para que aporten ese toque de jugosidad especial una vez finalizado el horneado. Esta técnica la puedes realizar con un palillo o un tenedor, moviendo ligeramente la superficie una vez que has integrado la mermelada.
Para la parte del crumble, es muy importante que la mantequilla esté muy fría, ya que así lograremos la textura especial que nos dará el toque crujiente al finalizar. Por último, para incorporar la masa al molde, puedes utilizar capacillos de papel en cada espacio o engrasar y enharinar la charola para muffins, siendo la primera opción la elección ideal para agilizar la limpieza.
