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Esta es la temperatura correcta para cocinar el flan napolitano

¿No sabes a qué temperatura llevar tu horno cuando estás cocinando un flan napolitano? Aquí te contamos qué debes hacer para obtener un postre perfecto.

Esta es la temperatura correcta para cocinar el flan napolitano
La temperatura es una de los factores más importantes al cocinar un Flan Foto: Pexels

El flan napolitano es uno de los postres más tradicionales cuando se trata de la repostería, famoso por su textura suave y su sabor dulce con notas de caramelo y vainilla. No obstante, esta preparación, aunque es fácil de hacer, requiere atención a los detalles, especialmente en el momento de la cocción, ya que de ello depende que la mezcla cuaje correctamente sin que se agriete o se reseque.

Aunque puede parecer sencillo, uno de los errores más comunes al preparar flan es cocinarlo a una temperatura inadecuada o sin el método correcto, y es que estos factores pueden afectar tanto la consistencia como el sabor del postre. Por ello, conocer el rango ideal de temperatura y la técnica adecuada para hacerlo es clave para lograr un resultado perfecto.

Una de las características más importantes del flan es su textura tersa y cremosa, lo cual se consigue controlando bien el calor al momento de cocinarlo. Es por eso que la temperatura y el método de cocción no solo son importantes, sino esenciales para un buen resultado, y aquí te explicaremos cuál es la temperatura correcta en la que debes cocinar tu flan napolitano y cómo hacerlo de forma que todo salga bien.

La temperatura de un flan es muy importante si quieres un postre cremoso. Foto: Pexels / SimplyArt4794

¿Cuál es la temperatura correcta para cocinar un flan napolitano?

La temperatura para cocinar el flan napolitano está entre los 180°C y los 200°C. No obstante, lo que realmente marca la diferencia es el uso del baño María, una técnica que consiste en colocar el molde del flan dentro de otro recipiente más grande con agua caliente durante la cocción. Esto permite que la temperatura se distribuya de forma pareja, lenta y controlada, lo que evita que el flan se cocine de forma agresiva.

Este método funciona tanto si se hornea el flan en un horno convencional como si se cocina sobre la estufa o en una olla de presión. En el horno, el baño María ayuda a mantener la humedad en el ambiente, evitando que la superficie del flan se reseque, mientras que en la estufa es necesario utilizar un molde cubierto o tapado para que la humedad no se introduzca dentro de nuestro postre.

En el caso de la olla de presión, también se puede aplicar el baño María, pero se debe de tener cuidado con los tiempos de cocción y los volúmenes de líquido que se utilizan dentro de la olla, ya que el periodo que nuestro flan debe de pasar al calor disminuye. Con mucha atención a los tiempos y a transmitir el calor de forma suave, constante e indirecta, así garantizarás un postre cremoso y bien cocido.

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