Postres de Semana Santa

Leche frita: Aprende a preparar en casa esta dulzura cremosa de la Cuaresma

La leche frita es uno de los postres más populares de Semana Santa en España y así lo puedes hacer en casa

Leche frita: Aprende a preparar en casa esta dulzura cremosa de la Cuaresma
Prepara una deliciosa leche frita Foto: Freepik

Exterior crujiente, interior cremoso y aroma a canela: la leche frita es uno de los dulces más populares de la Semana Santa en muchas regiones de España. A pesar de su nombre curioso, no se fríe la leche como tal, sino una crema espesa hecha con leche, fécula y azúcar, que se deja enfriar, se empaniza y se fríe hasta dorar.

Es un postre sencillo, pero con una textura y un sabor que lo hacen especial. Rebozada en azúcar y canela, se sirve fría o templada, y es una de esas recetas que pasan de generación en generación.

Orígenes y tradición de la leche frita

La leche frita es parte de la repostería casera ligada a la Cuaresma. En tiempos en los que se evitaban carnes y se optaba por platos de vigilia, los dulces eran un pequeño lujo. Su origen no está del todo claro, pero se cree que surgió en el norte de España, especialmente en Castilla y León, y se extendió al resto del país gracias a su sencillez y buen resultado.
Durante la Semana Santa, se convierte en un clásico que aparece en casas, bares y conventos. Es habitual encontrarla junto a torrijas, buñuelos o pestiños, como parte de esa cocina humilde, pero sabrosa, que marca esta época.

Variedades y curiosidades de la leche frita

Aunque la receta básica es siempre la misma, hay pequeñas variantes según la zona. Algunas versiones añaden yema de huevo a la crema para hacerla más rica; otras aromatizan la leche con corteza de limón, naranja, o incluso, licor de anís.
Se puede servir sola o acompañada de una bola de helado, aunque lo más tradicional es espolvorearla con azúcar y canela justo después de freírla.

Receta tradicional de leche frita
Ingredientes

  • 500 ml de leche entera
  • Cáscara de limón
  • 1 raja de canela
  • 60 gr de fécula de maíz
  • 100 gr de azúcar
  • Harina para rebozar
  • Huevo batido para rebozar
  • Aceite de oliva o girasol
  • Azúcar y canela en polvo para espolvorear

Preparación

1. Reservar un vaso de leche fría y calentar el resto con la cáscara de limón
y la canela. Cuando hierva, retirar del fuego, dejar infusionar y colar.
2. Disolver la fécula de maíz en la leche fría reservada e incorporar el
azúcar. Mezclar con la leche infusionada.
3. Cocinar la mezcla a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que
espese como una bechamel densa. Vertir la mezcla en una fuente
engrasada y dejar enfriar hasta que solidifique.
4. Cortar y pasar las porcionaes por harina y huevo. Freir en aceite caliente
hasta que estén doradas.
5. Escurrir sobre papel absorbente y espolvorear con azúcar y canela.

¿Dónde encontrarla en Semana Santa?

Palencia y León: En muchas casas se prepara como postre tradicional de Cuaresma. También en bares y restaurantes de cocina castellana.
Zamora: Se sirve en Semana Santa junto a las torrijas y los buñuelos, como parte del repertorio clásico.
Andalucía y La Mancha: Aunque menos común, también forma parte de algunas cartas de repostería conventual.

Conventos donde se elabora la leche frita

Monasterio de Santa Isabel (Valladolid): Sus dulces de Cuaresma incluyen leche frita entre otras especialidades.
Convento de San Leandro (Sevilla): Famoso por sus yemas, pero también por mantener viva la receta de la leche frita en época de Semana Santa.
Convento de Santa Clara (Toro, Zamora): Elaboran este dulce de manera artesanal, sobre pedido, durante la Cuaresma.

Un postre que reconforta

La leche frita es de esos dulces que no necesitan presentación. Cremosa, sencilla y con sabor a hogar, es una joya humilde de la gastronomía de Semana Santa. Y como suele pasar con lo más simple, cuando se hace bien, conquista.

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