El cheesecake vasco, también conocido como tarta de queso quemada, y gracias a su aspecto delicioso y su sabor único, ha conquistado los corazones de los amantes de los postres fácilmente. Su textura cremosa y su acabado dorado, casi tostado, le dan un sabor profundo y delicioso a esta preparación. A diferencia de otros pasteles de queso, este no lleva una base de galleta y su elaboración se lleva a cabo en el horno a alta temperatura para lograr ese toque caramelizado en la superficie.
Este postre, originario del País Vasco en España, se ha vuelto uno de los más populares en internet y el mundo gracias a lo fácil que es prepararlo y por lo elegante que puede lucir una vez que se sirve. Su interior es suave y muy cremoso, casi como un flan, lo que logra un contraste perfecto con el exterior ligeramente firme, con una textura rústica y con un tono dorado increíble.
Lo mejor de todo es que no van a necesitar ninguna técnica complicada ni ingredientes difíciles de conseguir para elaborar este postre. Con una receta sencilla y práctica que aún mantiene la esencia tradicional de este pastel, podrás hacer un cheesecake vasco en casa que va a impresionar a toda la familia. Ideal para una reunión especial o para consentirte a media tarde con un toque dulce.
Cheesecake vasco quemado
- 500 gramos de queso crema
- 200 gramos de azúcar
- 4 huevos grandes
- 250 mililitros de crema para batir
- 1 cucharada de harina de trigo
Pasos
- Precalienta tu horno a 200°C.
- Forra un molde redondo con papel encerado, dejando que los bordes sobresalgan.
- Bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave.
- Integra los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada huevo.
- Integra la crema para batir y la harina tamizada.
- Mezcla todo y vierte en el molde forrado.
- Hornea de 40 a 45 minutos o hasta que esté bien dorado.
- Deja enfriar a temperatura ambiente y después refrigera por 4 horas.
- Sirve y disfruta.
El paso de la refrigeración de nuestro postre es esencial si queremos lograr la textura cremosa en el centro, pero evitando que quede demasiado líquida. Además, a la hora de cortar este cheesecake te recomendamos que humedezcas ligeramente el cuchillo con cada corte que realices, así la mezcla no se pegará al mismo y podrás lograr rebanadas impecables.
Es importante que, al forrar el molde para pastel, permitas que el papel sobresalga varios centímetros por el borde, ya que así lograremos los bordes únicos de este cheesecake. Puedes fijar el papel para hornear al molde con un poco de mantequilla; de esta manera podrás verter la mezcla del postre sin que el papel se mueva.
