¿Alguna vez habías escuchado hablar del azúcar invertido? Este es un tipo de jarabe muy usado en repostería que puede ayudarte a mejorar recetas como helados y bizcochos. Lo mejor de todo es que no necesitas complicados ingredientes para prepararlo en casa, solo requieres un poco de agua, jugo de limón y azúcar blanca. Con estos elementos puedes lograr un producto que te ayudará a obtener postres perfectos.
El azúcar invertido se logra cuando se separa la sacarosa (el azúcar común) en glucosa y fructosa. Esto permite que este jarabe pueda mejorar la textura y el sabor de los productos a los que se agrega. Además, tiene un mayor poder endulzante, por lo que a menudo se tiene que utilizar una cantidad mucho menor de endulzante para obtener un resultado igual de dulce que con el azúcar estándar.
Elaborar este tipo de azúcar es bastante sencillo, simplemente debes calentar la mezcla de agua, azúcar y jugo de limón siguiendo los pasos correctos. Lo único que debes tener en consideración es que lo ideal es controlar la temperatura adecuadamente, y para ello vas a necesitar un termómetro de cocina que te permita medir la temperatura de la mezcla.

Azúcar invertido
- 350 gramos de azúcar
- 150 gramos de agua
- 15 gramos de jugo de limón
- 3 gramos de bicarbonato de sodio
Pasos:
- Coloca el agua y el azúcar en un cazo.
- Lleva a fuego medio y mueve de forma constante.
- Cuando el azúcar alcance los 110°C, agrega el jugo de limón.
- Mezcla bien y cocina por un minuto más antes de retirar del fuego.
- Deja que la mezcla enfríe hasta los 60°C y agrega el bicarbonato.
Para guardar correctamente tu azúcar invertido, una vez que esté frío deberás colocarlo en un frasco de vidrio con tapa y almacenarlo en un lugar fresco y seco. Al elaborar esta mezcla, el bicarbonato nos ayudará a eliminar la acidez del jugo de limón y nos dará un jarabe neutro para utilizar en tus postres, desde glaseados hasta helados y bizcochos.
Utilizar el azúcar invertido es bastante sencillo. Dado que tiene un poder endulzante mayor al azúcar normal, puedes cambiar un 30% del endulzante que estés utilizando en tu receta por el azúcar invertido y así mejorar tus mezclas. Al agregarlo a helados, evita la cristalización y da como resultado helados más cremosos. En los bizcochos, permite que el pan dure húmedo por mucho más tiempo y forme masas más esponjosas.