Si ya estás cansado de probar siempre los mismos sabores de helados y no sabes dónde encontrar opciones diferentes, ¿por qué no te animas a hacer tu propio helado desde la comodidad de tu casa? Tal vez pienses que preparar helado casero es complicado, pero en realidad, es más sencillo de lo que imaginas. Con ingredientes frescos y algo de paciencia, podrás crear sabores únicos y sorprendentes que no encontrarás en ninguna tienda. Además, tendrás la libertad de experimentar con combinaciones que se adapten a tu gusto. ¡Atrévete a explorar el delicioso mundo de los helados caseros!
Anímate a probar esta receta de helado con un sabor realmente peculiar. ¿Te gustaría saber de cuál se trata? Es helado de lavanda, una planta aromática que pertenece al género Lavandula. Conocida por sus flores de color morado o lavanda y su fragancia distintiva, la lavanda no solo es apreciada por su aroma relajante, sino también por sus propiedades calmantes, como la reducción del estrés y la mejora del sueño.
Además, tiene un toque culinario único que aporta un sabor floral y suave, perfecto para quienes buscan experimentar con nuevas opciones de postre. ¿Te atreves a darle una oportunidad a este delicioso helado casero y sorprender a tu paladar?
Cómo preparar helado artesanal de lavanda y miel
Ingredientes:
- 500 ml de nata líquida para montar (crema para batir)
- 250 ml de leche entera
- 100 g de miel
- 2 cucharadas de flores de lavanda secas (asegúrate de que sean aptas para consumo)
- 4 yemas de huevo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizca de sal
Instrucciones:
- Infusión de lavanda: En una cacerola, calienta la leche a fuego medio. Cuando empiece a hervir, agrega las flores de lavanda secas y retira del fuego. Deja reposar la mezcla durante unos 10 minutos para que la lavanda infunda su sabor en la leche. Luego, cuela la mezcla para retirar las flores.
- Mezcla de yemas y miel: Mientras la infusión de lavanda se enfría, bate las yemas de huevo con la miel en un tazón grande hasta que la mezcla se vuelva suave y cremosa.
- Preparación de la base del helado: En la misma cacerola donde hiciste la infusión de lavanda, agrega la nata líquida y lleva a fuego medio. Cuando esté caliente, agrega lentamente la mezcla de leche con lavanda a las yemas batidas, batiendo constantemente para evitar que se cocinen las yemas.
- Cocción de la mezcla: Vierte la mezcla nuevamente en la cacerola y cocina a fuego bajo, revolviendo constantemente, hasta que la mezcla espese lo suficiente como para cubrir el dorso de una cuchara. Esto tomará unos 10 minutos. Ten cuidado de no dejar que la mezcla hierva.
- Enfriado: Retira la cacerola del fuego y añade la vainilla y una pizca de sal. Deja enfriar la mezcla completamente a temperatura ambiente y luego refrigérala durante al menos 4 horas o toda la noche.
- Proceso de congelación: Una vez que la mezcla esté completamente fría, colócala en la máquina de hacer helados y sigue las instrucciones del fabricante hasta obtener una textura cremosa. Si no tienes máquina para helados, puedes verter la mezcla en un recipiente apto para congelador, batir cada 30 minutos durante las primeras 2-3 horas para evitar la formación de cristales de hielo.
- Servir: Cuando el helado esté listo, transfórmalo a un recipiente hermético y congélalo por al menos 2 horas antes de servir. Disfruta de tu helado de lavanda y miel, un postre único y delicioso.
Este helado tiene un sabor suave. floral y muy relajante. El helado de lavanda y miel es una opción perfecta para los días calurosos o para sorprender a tus invitados con un postre diferente.
