¿Ya está aquí el 14 de febrero y no sabes qué regalar? ¿Se te ganó el tiempo, pero quieres obsequiar algo especial para este Día del Amor y la Amistad? Tenemos el regalo perfecto para ti. Se trata de un postre único, con una combinación de sabores increíble, que además se prepara en poco tiempo. Estamos hablando de unos ricos caramelos salados que puedes tener listos en minutos.
La combinación de algo dulce y salado solemos verla en elementos como salsas para carne, cocinas asiáticas y en los platos tradicionales mexicanos, pero en los postres también se puede aprovechar esta mezcla inusual. Ejemplo de ello son estos ricos caramelos salados, que te enseñaremos a preparar con una receta muy sencilla.
Una de las partes más importantes de esta receta es la sal, que debe ir por encima del caramelo para dar ese toque justo de sabor sin volverse demasiado intenso. Para ello, te recomendamos que utilices sal en hojuelas, ya que se disuelve más fácilmente en la lengua. Pero si no tienes este elemento a la mano, siempre puedes utilizar un poco de sal de mar en pequeñas cantidades.
Caramelos salados
- ½ taza de jarabe de maíz
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de crema para batir
- 80 gramos de mantequilla
- Sal en hojuelas
Pasos:
- Coloca el jarabe de maíz y el azúcar en una olla pequeña.
- Lleva a fuego medio y deja que se integren hasta lograr un caramelo ligeramente dorado.
- Agrega la crema para batir y continúa calentando hasta los 116°C.
- Retira del fuego y agrega la mantequilla.
- Mezcla bien y vierte sobre un recipiente amplio y engrasado.
- Deja que se enfríe un poco y espolvorea hojuelas de sal por encima.
- Lleva a refrigerar por dos horas hasta que esté completamente sólido.
- Corta al tamaño deseado y disfruta.
Como puedes ver, es necesario tener un termómetro de cocina a la mano para medir el punto correcto a la hora de hacer el caramelo. Pero si no tienes este utensilio, siempre puedes utilizar el truco de la "bola suave" para verificar que el caramelo ya está en su punto óptimo. Simplemente toma una pequeña gota del caramelo y déjala caer en un vaso de agua. Se debe formar una bola suave que puedes tomar con los dedos y aplastar fácilmente.
Cuando tengas tus caramelos listos y sólidos, puedes envolverlos en papel para hornear o papel encerado para evitar que se peguen entre sí y colocarlos dentro del recipiente donde los vayas a obsequiar. Puede ser una bolsa de celofán o una caja de cartón. También puedes cambiar parte de la receta sustituyendo tres cuartos de la mantequilla por chocolate y así obtener caramelos con este delicioso sabor.
