Postres
Prepara una tarta de durazno con queso ricotta para acompañar el cafecito de la tarde
Es una receta sencilla de hacer y se puede personalizar fácilmente con diferentes ingredientesLos días de verano definitivamente están llegando a su fin y para despedirlo no hay nada mejor que una tarta. Por esa razón es que queremos compartirte una receta para hacer un postre frutal como este. Afortunadamente, es una opción deliciosa que te dejará con ganas de un poco más y podría hasta colarse entre tus favoritas.
Estamos hablando de una receta para hacer una deliciosa tarta de durazno con queso ricotta, pero en versión miniatura, que te ayudará a comer con menos culpa, especialmente, porque cuando nos gusta un verdadero postre, pues no paramos hasta verle el final y si eres de las que cuida su peso, eso podrían significar algunas calorías de más.
Una tarta de durazno con ricotta puede ser una opción más saludable y baja en calorías en comparación con otros postres más pesados, especialmente si se prepara con ingredientes frescos y se controla el azúcar. La dulzura natural y jugosidad de los duraznos se complementa perfectamente con la cremosidad y suavidad del queso ricotta, creando una mezcla deliciosa que satisface el paladar.
Beneficios de los duraznos y queso ricotta
Los duraznos son ricos en vitaminas A y C, que son esenciales para la salud de la piel, la visión y el sistema inmunológico. Contienen antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y reducen el riesgo de enfermedades crónicas. Son una buena fuente de fibra, lo que contribuye a la digestión y la salud intestinal.
El queso ricotta es bajo en grasas y una excelente fuente de proteínas, lo que lo hace ideal para mantener la masa muscular y sentirse satisfecho por más tiempo. Es rico en calcio, que es fundamental para la salud de los huesos y los dientes. La dulzura natural y jugosidad de los duraznos se complementa perfectamente con la cremosidad y suavidad del queso ricotta, creando una mezcla deliciosa que satisface el paladar.
Es una receta sencilla de hacer y se puede personalizar fácilmente con diferentes ingredientes, como agregar nueces, miel, o incluso un toque de canela para darle más sabor. Esta tarta es una opción versátil que puede disfrutarse como postre, merienda o incluso como un desayuno ligero acompañada de una taza de té o café.
Gracias a la combinación de carbohidratos, proteínas y grasas saludables, esta tarta proporciona una liberación de energía equilibrada, ayudando a mantenerte activo durante el día. Ahora que lo sabes, puedes ponerte ¡manos a la obra!
Ingredientes
- 250 gramos de harina
- 150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 75 gramos de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1 huevo
- 1 cucharadita de esencia de almendra
- ¼ de taza de agua
- ½ taza de queso ricotta
- 2 huevos
- 1 cucharadita de canela en polvo
- ¼ de taza de miel de abeja
- ¼ de taza de azúcar
- 1 taza de duraznos picados
Marcas preferentes: Marcas de tu elección.
Preparación
- Para la masa, sobre una superficie plana coloca la harina y la mantequilla.
- Trabaja frotando con las palmas de la mano hasta formar polvo.
- Agrega el azúcar y la sal.
- Bate ligeramente el huevo con la esencia, vierte sobre la harina, agrega y continúa incorporando.
- Coloca la masa sobre un recipiente y refrigera durante 20 minutos.
- Pon la masa sobre una superficie plana y enharinada con un rodillo hasta que quede de medio centímetro de grueso.
- Corta cuadrados más grandes de los recipientes y cúbrelos uno por uno.
- Reserva dentro del refrigerador.
- Precalienta el horno a 180°c.
- Para elaborar el relleno en un recipiente mezclar el queso ricotta, los huevos, canela, miel y el azúcar.
- Bate con un globo hasta que se integre, añade el durazno y revuelve.
- Vierte la mezcla sobre cada recipiente, llena a tres cuartas partes de la capacidad de cada uno.
- Hornea por 30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro éste salga limpio.
- Retira del horno y deja que se enfríen por completo y sirve al momento.
- ¡listo!