Dulces mexicanos

Ate de membrillo: Conoce la historia y receta de este tradicional dulce mexicano

Durante siglos, este dulce ha sido parte de las mesas festivas, acompañando platillos salados o simplemente servido como postre
jueves, 12 de septiembre de 2024 · 04:05

El ate de membrillo es uno de los dulces más representativos de la gastronomía mexicana. Y, aunque existen diferentes variedades de ate, para celebrar estas fiestas patrias, el tradicional dulce mexicano de membrillo ocupa un lugar importante en la mesa de muchos mexicanos. Si quieres disfrutar de un pedazo de historia en cada bocado, aquí te contamos más sobre este dulce tradicional y te damos la receta para que lo prepares en casa.

Historia del ate

El ate tiene raíces profundas en la historia de México. Aunque su origen se remonta a la influencia española, con la llegada de los colonizadores en el siglo XVI, rápidamente se integró a la cultura gastronómica local. Los monjes franciscanos, responsables de traer el membrillo a tierras mexicanas, lo cultivaron en las huertas de los conventos. Posteriormente, la receta del ate se popularizó en todo el territorio.

Puedes preparar el ate de varios sabores: guayaba, pera, calabaza.
Este típico dulce, puede prepararse con otras frutas: Guayaba, pera, calabaza. Fuentes: iStock

El membrillo, una fruta originaria de Asia, fue bien recibido por los mexicanos debido a su sabor único y su versatilidad. Su cultivo se adaptó perfectamente a las condiciones climáticas de ciertas regiones, especialmente en Michoacán, donde la preparación del ate se convirtió en una tradición centenaria. De hecho, el municipio de Pátzcuaro es considerado la cuna del ate en México, y cada año se celebran festivales dedicados a este dulce.

Receta de Ate de membrillo

Ingredientes:

  • 1 kilo de membrillos maduros
  • 750 gramos de azúcar
  • 1 litro de agua
  • El jugo de 1 limón
  • Mantequilla

Preparación:

  1. Comienza lavando bien los membrillos, ya que su piel suele estar recubierta de una capa vellosa que es necesario retirar. Luego, córtalos en trozos medianos, retirando las semillas y el corazón.
  2. Coloca los trozos de membrillo en una olla grande y cúbrelos con el litro de agua. Cocina a fuego medio durante unos 40 minutos, o hasta que los membrillos estén suaves y puedan triturarse fácilmente. El tiempo de cocción puede variar según el tamaño de los trozos y la madurez de la fruta.
  3. Una vez que los membrillos estén cocidos, escúrrelos y hazlos puré. Para obtener una textura suave, puedes pasar el puré por un colador o utilizar una licuadora.
  4. Coloca el puré de membrillo en una cacerola grande y añade el azúcar y el jugo de limón. Mezcla bien para asegurarte de que el azúcar se integre completamente. El limón, además de aportar un toque ácido, ayuda a mantener el color vibrante del ate.
  5. Cocina la mezcla a fuego bajo, removiendo constantemente para evitar que se pegue. Este paso es clave para lograr la textura adecuada. La mezcla se irá espesando poco a poco y tomará un color más oscuro. Este proceso puede tardar aproximadamente una hora. Sabrás que está listo cuando al pasar una cuchara por el fondo de la cacerola, la mezcla se separe y no se junte de inmediato.
  6. Una vez que la mezcla esté lista, engrasa un molde con mantequilla y vierte el ate de membrillo caliente. Extiende bien la mezcla con una espátula para que quede uniforme.
  7. Deja reposar el ate a temperatura ambiente hasta que esté completamente frío. Luego, puedes desmoldarlo y cortarlo en porciones al gusto. Si lo prefieres más firme, puedes refrigerarlo durante algunas horas antes de servir.

 

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