Postres sin horno
¿Te quedaste sin ideas? Prepara esta deliciosa tarta de queso Japonesa sin horno
Disfruta de este esponjoso y delicioso postre: Tarta de queso al estilo japonés. ¡Te va a encantar!¿No tienes idea de qué postre preparar para después de la comida? Si estás buscando un postre que sorprenda a tu familia sin complicarte demasiado en la cocina, la tarta de queso japonesa es la opción perfecta. La gran ventaja de esta receta es que no necesitas horno para prepararla, lo que la convierte en una excelente alternativa para quienes buscan una receta más sencilla.
¿Qué hace especial a la tarta de queso japonesa?
La tarta de queso japonesa, también llamada "tarta de queso estilo soufflé" o "tarta de queso de algodón", se ha ganado un lugar en los corazones de los amantes de los postres por su ligereza y sabor delicado. A diferencia de las tartas de queso al estilo norteamericano, que suelen ser densas, la versión japonesa ofrece una textura aireada que se deshace en la boca.
Este postre, que se ha vuelto popular no solo en Japón sino en todo el mundo, utiliza ingredientes básicos como queso crema, huevos, azúcar y harina, pero el método de preparación es lo que realmente marca la diferencia. En lugar de hornearse, esta tarta se cocina al baño maría o en una olla, lo que permite que conserve su humedad y esponjosidad.
Tarta de queso japonesa
Ingredientes:
- 200 gramos de queso crema
- 50 gramos de mantequilla sin sal
- 100 ml de leche entera
- 3 huevos grandes (separar claras y yemas)
- 70 gramos de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 30 gramos de harina de trigo
- 20 gramos de maicena
- 1 pizca de sal
- Azúcar glas para decorar (opcional)
Preparación:
- Comienza calentando la leche a fuego bajo en una cacerola. Agrega el queso crema y la mantequilla, removiendo constantemente hasta que se derritan y se integren por completo. Es importante que la mezcla no llegue a hervir. Una vez lista, retira del fuego y deja enfriar.
- Una vez que la mezcla de queso esté tibia, agrega las yemas de huevo una por una, batiendo bien después de cada adición. Incorpora la esencia de vainilla y mezcla hasta obtener una preparación homogénea.
- En un tazón aparte, tamiza la harina de trigo junto con la maicena y la pizca de sal. Esto ayudará a evitar grumos en la masa. Agrega los ingredientes secos a la mezcla de queso y yemas, mezclando suavemente hasta que todo esté bien integrado.
- En otro tazón, bate las claras de huevo con una batidora eléctrica a velocidad media hasta que comiencen a espumar. Poco a poco, añade el azúcar mientras sigues batiendo, hasta que las claras formen picos firmes pero no secos. Este paso es crucial para darle a la tarta su textura ligera.
- Con una espátula, incorpora las claras batidas a la mezcla de queso en tres partes, realizando movimientos envolventes para no perder el aire que se ha incorporado en las claras. Este proceso debe hacerse con delicadeza para mantener la esponjosidad de la masa.
- Prepara un molde desmontable, cubriéndolo con papel encerado en la base y los lados. Vierte la mezcla en el molde y alisa la superficie con la espátula. Coloca el molde en una olla grande con agua caliente que llegue hasta la mitad del molde. Tapa la olla y cocina a fuego bajo durante 40-50 minutos, o hasta que la tarta esté firme al tacto y ligeramente dorada en la parte superior.
- Una vez cocida, retira la tarta de la olla y déjala enfriar en el molde durante unos 10 minutos. Luego, desmolda con cuidado y colócala en un plato. Puedes decorar con una ligera capa de azúcar glas en la parte superior para darle un toque dulce y atractivo.