Si estás pensando en hacer un postre para después de la comida, pero estás cansada de cocinar lo de siempre, queremos decirte que siempre hay esperanza y por ello hoy queremos compartir contigo una receta para hacer un crumble de fresa. Pero como en la medida que crecemos, nos vamos llenando de restricciones para comer saludablemente.
Pero hoy eso no importa, porque con esta receta de crumble de fresa, no tendrás que preocuparte, porque no contiene gluten, lo cual es una buena noticia, si padeces de enfermedad celíaca o intolerancia al gluten, un par de padecimientos que pueden provocarte algunos síntomas como distensión abdominal, náuseas o vómito o diarrea crónica.
El crumble es un postre que se compone de frutas frescas cubiertas con una mezcla desmenuzable de harina, mantequilla y azúcar. Normalmente, se hornea hasta que las frutas estén tiernas y la cobertura esté dorada y crujiente. Es bastante popular por su sencillez y versatilidad y se permite el uso de todo tipo de frutos y variaciones en la cobertura.
Fruta ligera
En este caso, la fruta protagonista de este crumble será la fresa, una fruta sumamente versátil, que puede consumirse crudas, cocidas, asadas, congeladas y hasta horneadas. Por eso es que fueron las elegidas para este postre, porque además tienen muy pocas calorías y mucha fibra.
Breve historia del crumble
El crumble es un postre de origen británico que se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial. Debido al racionamiento de alimentos, los ingredientes como la harina, el azúcar y la mantequilla eran limitados. Se convirtió en una alternativa más sencilla y económica a los pasteles tradicionales, utilizando menos ingredientes y menos tiempo de preparación. Ahora que lo sabes todo, puede ponerte