¿Postre o bebida? No importa cómo lo consideres, todos estamos de acuerdo en que el affogato es una de las creaciones italianas más deliciosas que podemos preparar en casa. Con el balance perfecto entre helado y café, frío y caliente, amargo y dulce, esta sabrosa preparación se puede convertir en tu favorita para esas tardes de plática en compañía de amigos o tu persona favorita. Y aquí te diremos cómo elaborarlo.
Preparar un affogato en casa es tan sencillo como suena. Simplemente debes colocar un poco de café bien caliente sobre una buena porción de helado. Tradicionalmente, se suelen utilizar café espresso por su intensidad y helado de vainilla por su sabor suave y neutral. Sin embargo, tú puedes utilizar los elementos que más te gusten. Por ejemplo, puedes preparar un café con tu grano favorito y utilizar un sabor diferente de helado si quieres experimentar nuevas combinaciones.
Ten en cuenta que el choque de temperaturas es muy importante en el affogato, así que te recomendamos que el helado esté bien frío antes de servirlo y que el café caliente lo viertas sobre el helado recién hecho. Además, deberás disfrutarlo a los pocos minutos para que el contraste de temperaturas sea agradable al paladar. Ya que utilizaremos helado, no será necesario endulzar tu café, pero si quieres agregar un toque extra de dulzor, puedes incorporar un poco de miel por encima o endulzar el café previamente.
