Una gelatina de vainilla hecha en casa puede ser el postre perfecto para disfrutar después de la comida. Por eso, esta vez te vamos a enseñar a hacerla con pocos ingredientes. Este postre se caracteriza por su sabor suave, su textura ligeramente cremosa y su facilidad de elaboración, ya que, sin contar el agua de la preparación, solamente requieres de cinco ingredientes para tener este postre listo. Sigue leyendo para averiguar qué necesitas.
La base de nuestra preparación será la leche. Esta, en combinación con la grenetina, nos dará como resultado una gelatina firme y ligeramente cremosa que se diferencia del flan hecho con grenetina, ya que podemos obtener una consistencia más sólida y agradable en el paladar. Además, endulzaremos nuestro postre con leche condensada, lo que le dará un sabor especial a nuestra gelatina. Pero si no tienes este ingrediente a la mano, siempre puedes sustituirlo por azúcar al gusto.
Para darle sabor a nuestra gelatina, utilizaremos la tradicional esencia de vainilla, que probablemente ya tienes en casa. Este ingrediente puede dar un sabor intenso de forma fácil y además, agregará un toque ligeramente amarillo a la preparación. Si quieres que tu gelatina tenga un aspecto más sabroso y quieres un color totalmente amarillo, te recomendamos que utilices algún colorante comestible en una cantidad muy pequeña hasta lograr el tono correcto.