Cheesecake de capuccino: Prepara esta deliciosa versión con con leche condensada con una sencilla receta

El cheesecake es uno de los postres más populares en todo el mundo, conocido por su textura cremosa y su delicado sabor. Ahora, imagina combinar este clásico con una de las bebidas más queridas: el cappuccino. El resultado es una mezcla deliciosa, donde el suave amargor del café se fusiona con el dulzor de la leche condensada y el toque cremoso del queso. Lo mejor de esta receta es que no requiere horno, por lo que resulta práctica y perfecta para cualquier ocasión. En esta nota, te compartiremos cómo preparar un cheesecake de cappuccino con leche condensada, un postre que dejará a todos sorprendidos.

Origen del cheesecake

El cheesecake tiene una historia que se remonta a la antigua Grecia. Existen registros que indican que los griegos ya preparaban una versión primitiva de este postre durante los Juegos Olímpicos. A lo largo de los siglos, la receta evolucionó, y con la llegada de los romanos a Grecia, el pastel de queso comenzó a expandirse por Europa. En su versión más moderna, el cheesecake se popularizó en Estados Unidos en el siglo XIX, sobre todo gracias al desarrollo del queso crema, que se convirtió en uno de los ingredientes esenciales de este postre.

Ahora, con tantas variaciones, es fácil encontrar nuevas interpretaciones del clásico cheesecake. La versión que te presentamos a continuación une la tradición con el sabor único del cappuccino, una bebida italiana que mezcla café espresso con leche espumada y un toque de cacao. El resultado es un postre que equilibra el sabor del café con la cremosidad del queso y la dulzura de la leche condensada. 

Receta de Cheesecake de cappuccino con leche condensada

Ingredientes:

• 170 gramos de galletas de vainilla
• 100 gramos de mantequilla sin sal (derretida)
• 3 cucharadas de grenetina
• ½ taza de agua
• ½ litro de leche
• 5 cucharadas de café soluble en polvo
• 1 ½ taza de leche condensada
• 2 barras de queso crema (190 gramos cada una)
• 1 cucharada de esencia de vainilla

Procedimiento:

En un tazón, combina las galletas de vainilla trituradas con la mantequilla derretida. Esta mezcla debe quedar con una textura arenosa. Coloca esta preparación en el fondo de un molde desmontable y presiona con una cuchara o los dedos para asegurarte de que quede uniforme. Lleva la base al refrigerador por al menos 30 minutos para que se compacte.

Coloca las 3 cucharadas de grenetina en la ½ taza de agua y deja reposar por 10 minutos. Luego, derrítela en el microondas por unos segundos hasta que esté completamente líquida y sin grumos. Deja enfriar a temperatura ambiente.

En una cacerola, calienta el ½ litro de leche a fuego medio, sin dejar que hierva. Añade las 5 cucharadas de café soluble y la leche condensada, revolviendo bien hasta que se disuelva el café. Una vez que la grenetina esté lista, agrégala a la mezcla de café y leche, removiendo bien. Deja enfriar la mezcla por 20 minutos.

En una licuadora, coloca las dos barras de queso crema junto con la cucharada de esencia de vainilla. Añade la mezcla de café y licúa todo hasta obtener una consistencia homogénea y sin grumos.

Vierte la mezcla de cappuccino y queso crema sobre la base de galletas. Alisa la superficie con una espátula y lleva al refrigerador por al menos 4 horas para que cuaje correctamente.

Disfruta.

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