Los postres con fruta son algo de otro mundo, aparte de que aportan un dulzor exquisito y un sabor único, también nos llenan de muchas propiedades beneficiosas como vitaminas y minerales a nuestro organismo. Y aunque preparar un pastel de frutas puede parecer un poco complejo, la realidad es que no lo es, y menos si sigues estoy consejos.
Frescura
Es importante que las frutas estén frescas y en excelente estado. Yo te recomiendo que uses las más maduras, ya que aportará más sabor a tu pastel y le dará el toque de dulzor perfecto.
Licor
Si quieres obtener un pastel más húmedo y con mayor sabor, la mejor opción es marinar la fruta con licor por un rato antes de agregarla al pastel. Este tip es ideal cuando se usan frutas deshidratadas en la preparación. Solo hay que estar pendientes de escurrirlas bien para no tener exceso de humedad.
Molde
Asegúrate de utilizar un molde apto para el horno y no se te olvide forrarlo, engrasarlo y enharinarlo bien con papel encerado para que no se te pegue y sea más fácil desmoldarlo.
Horneado
Revisa que la temperatura del horno sea la ideal y que la cocción sea controlada y homogénea, pues no queremos que por fuera se dore y por dentro quede crudo. Si es necesario, puedes poner una capa de papel aluminio en la parte superior para evitar que la fruta expuesta se queme muy rápido. Acuérdate que antes de sacarlo del horno, puedes introducir un palillo, y si este sale limpio, es indicación de que ya está listo.
Reposo
¡No lo desmoldes enseguida! Recuerda esperar un rato luego de haberlo sacado del horno. Esto hará que se enfríe y sea más fácil retirarlo. Ya que está listo, envuélvelo en más papel encerado y guárdalo en un recipiente hermético. Yo te recomiendo que lo dejes reposar por varias horas o días, ya que así se concentrarán los sabores y quedará más rico. Si lo deseas, puedes ir agregando más licor para hidratarlo, todo depende de qué tan húmedo te guste.