Las mantecadas son ese pan perfecto para disfrutar a cualquier hora; son prácticas, deliciosas y pueden elaborarse fácilmente. Por eso, resultan tan deliciosas y sencillas de preparar para el desayuno. Esta vez, te enseñaremos cómo hacer una versión con todo el sabor de la naranja para que acompañes tu café de la mañana con el intenso sabor de este rico pan.
La clave para que las mantecadas te queden esponjosas y con una textura muy rica está en el batido de la masa. Lo primero que deberás hacer será batir los huevos con el azúcar hasta lograr una pasta muy espumosa. Para ello, te recomendamos que utilices una batidora de mano, ya que te ahorrará mucho trabajo. Después, tendrás que incorporar la leche y el aceite poco a poco, preferentemente en forma de hilo. De esta manera, lograrás una emulsión llena de aire.
Recuerda que, para evitar que la masa de las mantecadas pierda aire, deberás incorporar el resto de los ingredientes de forma envolvente. De esta manera, mantendrás la esponjosidad dentro de la preparación. Para darle sabor a nuestras mantecadas, usaremos un poco de jugo de naranja y la ralladura de esta fruta. Ten en cuenta que, para extraer la piel, lo mejor es solo utilizar la parte superficial de la cáscara de naranja, ya que la parte blanca suele amargar.