Sin pretensión, más allá del sabor, este postre pretende representar la silueta de la cabeza de un Papa, muy en concreto la de Pío IX o Nono. Se compone de una fina lámina de bizcocho enrollado, formando un cilindro humedecido en un jarabe con notas a canela y coronado con crema tostada.
Esta receta la tendrás que preparar en dos partes, primero realizarás el bizcocho con los ingredientes que a continuación te enlisto y después prepararas el almíbar de este delicioso postre. Esto seguro que se convertirá en uno de tus favoritos y podrás compartirlo con tus seres queridos.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 6 huevos
- 150 g de azúcar
- 150 g de harina
- Para la crema pastelera:
- 1 litro de leche
- 100 g de harina
- 250 g de azúcar
- 8 yemas y 2 huevos
- Vainilla y limón
Para el almíbar:
- 1 dl de agua
- 1 dl de ron
- 200 g de azúcar
- 1 rama de canela
- Para la crema de yema tostada:
- 12 huevos
- 200 g de azúcar
- 1/2 dl de agua
- 75 g de azúcar para espolvorear
Elaboración:
Para hacer el bizcocho:
Batir las yemas con la mitad del azúcar hasta que doblen su volumen. A parte, batir las claras y, una vez montadas, añadir la otra mitad del azúcar. Mezclar despacio y con cuidado las yemas y las claras. Agregar la harina tamizándola sobre la masa y mezclándolo despacio con una espátula, para que no se bajen las claras.
Llenar la manga pastelera con la masa del bizcocho y estirar sobre papel de horno dándole forma rectangular. Hornear a 200 grados hasta que esté cocido. Sacarlo del horno y quitar el papel humedeciéndolo ligeramente.
Para el almíbar:
Hervir todos los ingredientes, dejándolos al fuego hasta que la mezcla coja consistencia de jarabe, y retirar.
Para hacer la crema pastelera:
Poner a calentar en una cazuela la leche con los aromas. Por otro lado, mezclar los huevos con el azúcar y la harina. Cuando la leche empiece a hervir, se retira del fuego y se va añadiendo a la mezcla de huevos, harina y azúcar, poco a poco, y sin dejar de remover con una varilla.
Una vez hecha la mezcla, se pone a fuego lento y se trabaja sin dejar de remover durante un mínimo de 10 minutos, hasta que se espese.
Para hacer la crema de yema tostada: Poner el agua y el azúcar en un recipiente y llevarlo al fuego, dejándolo cocer hasta temer un punto de bola. Tener las yemas e otro recipiente y mezclarlas con el almíbar cuando esté listo, sin dejar de remover para que no se cuaje. Colar al recipiente donde estaba el almíbar y poner a cocer al fuego, sin dejar de mover hasta que espese. Al pasar la cuchara por el centro del recipiente el surco debe quedar marcado. Pasarlo entonces a otro recipiente y dejar que se enfríe.
Cortar el bizcocho para hacer unos rollos de unos 4 cm de diámetro. Empaparlos con el almíbar y rellenarlos con la crema pastelera. Enrollarlos y enfriar. Cuando se ha endurecido, cortarlo en rodajas de unos 4 cm de largo y colocarlos de pie; con una manga de boquilla lisa poner un poco de crema de yema y espolvorearlos con el azúcar.
Calentar un hierro al fuego y cuando esté al rojo quemar la crema de yema.