Alegra tu tarde con un esponjoso bizcocho de vino blanco

El verano todavía no termina y la verdad es que muchos quisiéramos que no lo hiciera, porque definitivamente es nuestro momento favorito para descansar, convivir con nuestros amigos, pareja y/o familiares. La verdad es que lo que más nos gusta a todos es la vacación. Sobre todo, porque nos relajamos y dejamos que nuestro cerebro se oxigene y nos permita sentir y percibir el mundo de una manera un poco más relajada. 

Pero ningún descanso está completo sin un postrecito. Ya sabes: de esos que cocina tu mamá, tu abuelita o ya si las cosas se ponen modernas, tu hermana. Porque lo queramos reconocer o no, la verdad es que sí, los postres sobre la mesa reúnen a la familia y verdaderamente nos hacen sentir mucho mejor, acompañadas y que cocinar tiene un verdadero motivo que alimenta no sólo a nuestro estómago, sino también a nuestra alma y corazón.

Por eso hoy decidimos compartir contigo la receta para hacer un bizcocho como ningún otro, porque el sabor es peculiar, elegante y claramente delicioso. Se trata de un pastel o panqué de vino blanco, el cual queda sumamente esponjoso y listo para conquistar cualquier paladar, ya sea en la tarde o en la noche, que es cuando salimos del trabajo, nos enfrentamos al caos del transporte público y finalmente llegamos a casa. 

¿Cómo es el bizcocho de vino blanco?

El sabor del bizcocho de vino blanco no es muy común, pero te aseguramos que no te vas a arrepentir de tenerlo en tu repertorio, porque su sabor es exquisito y te hará olvidar cualquier problema o el sabor de otros pasteles. Así que afortunadamente hoy los dioses te han bendecido con esta receta, que no lleva ningún ingrediente que opaque el sabor del vino blanco, que por cierto puede ser el que tú quieras de tu preferencia. 

Es un postre seco, pero ya es cosa tuya si lo quieres usar para bañarlo de 3 leches o consumirlo así. Nosotros te recomendamos que primero lo pruebes sin nada extra y ya después, según sea tu gusto, lo decores y bañes con lo que tú quieras. De inicio, el único elemento para decorar es el azúcar glas, pero lo bueno de los bizcochos es que se adaptan a todos los gustos que te puedas imaginar, así que ¡manos a la obra!

Ingredientes

• 5 huevos
• 1 vaso o 250 ml de aceite suave
• 1 vaso o 250 ml de vino blanco
• 500 g de harina
• 500 g de azúcar
• 1 sobre de royal o polco para hornear

¿Cómo se prepara?

1. Pon en un bol grande los cinco huevos y los bates bien, con unas varillas eléctricas, hasta que queden espumosos.
2. Ve añadiendo el aceite, el vino y el azúcar. Bate con las varillas.
3. Una vez todo bien integrado, ve añadiendo la harina con el sobre de royal, poco a poco y mezcla esta vez manualmente.
4. Verte la mezcla sobre un molde engrasado con un poco de aceite o mantequilla y hornea a 180º.
5. El tiempo dependerá del horno; lo usual es de 1 hora. 
6. Una vez listo, deja templar un poco, desmolda y decora con un poco de azúcar glas.

¿Qué es el vino blanco?

El vino blanco es una variedad de vino que puede oscilar entre las tonalidades amarillo pajizo, amarillo verdoso o amarillo oro. Se produce por la fermentación alcohólica de la pulpa no coloreada de uvas que pueden tener una piel de color blanco o negro, a fin de mantener un color amarillo transparente en el producto final.