Pan de dulce
Pan dulce: Aprende a hacer unas facturas o medias lunas argentinas con esta receta
Conocer la repostería o gastronomía de algún otro país es conocer un poco más de su culturaSi algo hay en aquello de que con el clima lluvioso siempre se nos antoja un panecito, un café y una canelita, la verdad es muy cierto, porque son momentos en los que se nos antoja muchísimo más ése apapacho a nuestro paladar que sólo el pan dulce sabe darnos. Pero ahorita con el precio que tiene cada pieza de pan dulce en México, sí podríamos comprar los ingredientes necesarios y prepararlos en la comodidad de nuestra casa.
Uno de los productos que subió más de precio y que estuvo entre los primeros incrementos de costo disparatados, fue sin duda el pan dulce, que definitivamente ha llegado a costar igual que un kilo de tortillas en el caso de los pastelillos con nombre de un ave y ni qué decir de los que compramos en la panadería, donde de 8 pesos, ahora están hasta en 15, pero mira que todas las crisis siempre son oportunidad de aprender algo nuevo.
Por eso, hoy queremos compartir contigo, nada más y nada menos que una rica receta para hacer algo que como puede ser que lo hayas probado ya, también es posible, que definitivamente no lo hayas degustado nunca, porque se trata de un pan dulce, tradicional argentino, que definitivamente te dejará boquiabierto con ganas de seguir comiendo más y más, pero recuerda que debes de moderarte para que no subas de peso.
¿Qué son y cómo se hacen las facturas argentinas?
Estamos hablando de nada más y nada menos que de las medias lunas argentinas, también conocidas como facturas, en el país que vio nacer a Quino, el monero autor de Mafalda (Argentina, pues). Estos panes se pueden hacer con una gran variedad de masas y piezas de confitería, introducidas por la gran inmigración europea, que recibió dicho país y que con el tiempo fueron adaptadas al gusto local. Así que ¡manos a la obra!
Ingredientes
- 20 gramos de levadura fresca
- 1 taza de leche tibia
- 3/4 taza de azúcar
- 50 gr. de mantequilla
- 2 huevos
- Ralladura de 1/2 limón
- Huevo batido y azúcar para pintar
- Aprox. 500 gr. de harina de fuerza
¿Cómo se prepara?
- Pon la leche a calentar en el microondas hasta que esté tibia y disuelve dentro la levadura.
- Vierte la mezcla en un bol grande y añade el azúcar y la ralladura de limón, luego los huevos y la harina. (La mezcla es pegajosa)
- Añade unos 10 gramos más de harina para que sea posible que se separe del recipiente pero eso depende del tipo de harina y del tamaño de los huevos.
- Comienza el amasado siguiendo la técnica "strech and fold" dentro del bol, ésta técnica lo que hace es estirar y plegar en el centro de la masa dando 1/8 de giro al recipiente donde la tenemos.
- El proceso hay que repetirlo unas 4 veces, y verás que la masa se vuelve elástica.
- La masa ahora la dejamos reposar en un bol enaceitado y tapado durante 1-2 h hasta que doble su volumen.
- La masa una vez levada la vas a dividir en 4 trozos más o menos iguales (los que no vayas a utilizar los pones en un bol tapados para que no se sequen).
- Cada una de las partes las estiras en la superficie de trabajo previamente enharinada, formando un rectángulo.
- Luego corta triángulos y los enrollas empezando por la base del triángulo formando las medias lunas.
- Vamos colocando sobre nuestras bandejas de hornear y dejas levar otros 45 minutos, tapados con un paño o con papel film.
- 20 minutos antes de que que acabe el segundo levado ponemos a precalentar el horno a 220º.
- Antes de hornear píntalas con huevo batido y espolvorea con abundante azúcar.
- Hornea a 190º durante 15-20 minutos, hasta que estén doraditas.
Esta receta fue donada a la comunidad por el argentino Cristian Francisco del Orbe en una página de postres en Facebook y la verdad es que se lo agradecemos de todo corazón, porque conocer la repostería o gastronomía de algún otro país es conocer un poco más de su cultura y la verdad es que todo suena a que estos panes son deliciosos, tanto como un croissant o una campechana.
Curiosidades de las facturas argentinas
El término "factura" viene del latín facere, que significa hacer o crear, pero en el español actual significa recibo (un documento mercantil). Argentina es el único país que llama "facturas" a sus pasteles, pues fue el sindicato de pasteleros de ese país el que comenzó a usar esa palabra como una forma de llamar la atención sobre el valor de su trabajo.
Este pan también se puede encontrar en la confitería italiana, alemana y francesa, pero fueron introducidas por los inmigrantes de esos países a finales del siglo XIX. Cada una de las diferentes variedades fueron renombradas por el sindicato de panaderos y pasteleros de Argentina —el cual adhería fuertemente al anarquismo— con nombres que injuriaban al gobierno, los militares, la policía y la Iglesia Católica, como una forma de hacer propaganda política con su trabajo.