Pan de dulce

Pan de dulce: Prepara unos ricos garibaldis con esta receta fácil

Su creador abandonó nuestro país durante la Revolución Mexicana,
domingo, 24 de julio de 2022 · 00:00

No hay nada más horrible que estar teniendo un mal día y que no exista nada ni nadie capaz de alegrarte aunque sea un poco. Esto es terrible, especialmente porque el vacío nos hace saber que ahí está y que es difícil ignorarlo, porque normalmente los silencios pesan mucho y la mente además hace mucho ruido, porque normalmente estamos pensando en muchas cosas que nos provocan ansiedad y cuando menos nos damos cuenta, ya nos dio hambre. 

Y cuando tienes antojos, pero no sabes de qué, lo más seguro es que decidas salir a la calle a darte un tour para ver qué es lo que puedes comprar. Pero desafortunadamente no siempre encontramos lo que estábamos buscando, porque a veces no somos muy precisos con lo que queremos, porque sólo queremos llenar una sensación, pero con algo que conquiste a nuestro paladar y ésa puede ser  la tarea perfecta de un pan de dulce. 

Por eso, alrededor del mundo, han existido esos genios que nos han regalado un montón de alegría, calidez y sobre todo un extraordinario sabor, que nos pone de buen humor o nos hace sentir queridos y acompañados, sobre todo las tardes en las que decidimos tomarnos una tacita de café, , canela, chocolate o hasta una tisana. Uno de esos panes ideales para degustar en situaciones así son los garibaldis

¿Qué es el pan garibaldi?

Los garibaldis no son los músicos que tocan cerca del centro de la Ciudad de México, ni los que cantaban "Que te la pongo, que te la pongo", son en realidad unos deliciosos panes esponjositos, que normalmente van cubiertos de choquitos de azúcar. La teoría más famosa dice que su creador fue el italiano Giovanni Laposse, que nació en Corio en el año 1879. Fue un confitero especialista en dulces, chocolates y pastelería.  

A sus 21 años Laposse  llegó a México para trabajar en el entonces salón del té conocido como El Globo. Luego abandonó nuestro país durante la Revolución Mexicana, pero después regresó para reabrir su negocio y fue en ése momento cuando creó el popular pan de chochitos. Esto ocurrió gracias a algunas recetas familiares que decidió fusionar y entre 1946 y 1948, preparó un panqué muy suave que en el momento no era muy esponjoso. 

Así que modificó un poco la receta de tal modo que predominaran los ingredientes que eran: Leche, una buena mantequilla y un toquecito de vainilla. Originalmente estaba cubierto de mermelada de chabacano y con algunas grageas espolvoreadas. El repostero decidió llamar esta creación, en honor al militar y político italiano Giusseppe Garibaldi, por quien sentía una gran admiración.

Ingredientes 

  • 300 g de mantequilla cortada en cubos, a temperatura ambiente
  • 400 g de azúcar
  • 400 g de huevos
  • 420 ml de leche
  • 100 ml de aceite
  • 750 g de harina de trigo
  • 25 g de fécula de maíz
  • 15 g de polvo para hornear

Cobertura

  • 200 g de glaseado de chabacano
  • 200 g de grageas blanca

¿Cómo se prepara?

  1. Suaviza la mantequilla con una espátula en un tazón o en la batidora eléctrica con una pala.
  2. Agrega el azúcar y bata hasta ob­tener una preparación tersa y esponjosa.
  3. Agrega los huevos uno por uno, batiendo cada uno hasta incorporarlo a la mezcla antes de añadir el siguiente ingrediente.
  4. Vierte la leche y bate nuevamente hasta incorporarla; añada de la misma forma el aceite.
  5. Cierne sobre un tazón la harina de trigo con la fécula de maíz y el polvo para hornear y agrégala a la mezcla de mantequilla y huevos.
  6. Bate has­ta obtener una masa homogénea de color uniforme y sin grumos.  
  7. Engrase y enharine el molde para mantecadas.
  8. Precaliente el horno a 170 °C.
  9. Introduzca la masa en la manga pastelera y distribúyala en cada cavidad del molde hasta llenar ¾ partes de su capacidad.  
  10. Hornee los panqués durante 18 minutos o hasta que se doren ligeramente.
  11. Retíralos del horno y déjalos enfriar sobre la rejilla antes de des­moldarlos para evitar que se desmoronen.
  12. Calienta el glaseado de chabacano en el microondas o en una cace­rola pequeña.
  13. Barniza los panqués con el glaseado con ayuda de la brocha y cúbralos con las grageas blancas. Coloca los garibaldis en los capacillos.
  14. ¡Y listo!