Postres
¿No tienes con qué acompañar el café? Prepara un esponjoso bizcocho de durazno
El bizcocho puede ser el ideal compañero de esa bebida caliente en estos tiempos de lluviaEn estos días donde las lluvias ya están empezando a anunciarse, lo cierto es que todos hemos empezado a pensar en esas tardes con el cafecito o el té que nos tomaremos para pensar y reflexionar sobre la baja cantidad de utilidades que te llegó y en caso de que no, pues posiblemente uses el momento para decidir en qué te vas a gastar todo ese dinero o si tienes todo bajo control, quizá sólo tomas té o café sin pensar en nada más.
Sin embargo, lo cierto es que cada que bebemos algo caliente, como que nos falta algo para completar nuestro momento. Algo así como una galletita, un pastelito o bien: un bizcocho. Porque definitivamente hay parejas que nacieron para estar juntas y una de ellas no es ni Amber Heard y Johnny Depp, sino el café o té y los bizcochos. Y si no lo has probado, te invitamos a que lo hagas, porque es un deleite puro.
Y es que aunque la tradición del té por la tarde es muy british, la verdad es que cuando estamos en época de lluvia, como hoy, a nadie nos pesa adoptarla y sumarnos a ella. La única diferencia es que aquí en Latinoamérica, existe una variedad todavía más vasta en cuanto a los sabores de infusiones, tés, tisanas y lo que se nos presente. Sobre todo, porque aquí podemos encontrar fruta a bajo precio y la podemos usar para hacernos deliciosas infusiones.
¿Qué características tiene un bizcocho?
Sin embargo, la verdad es que la presencia de los frutos va mucho más allá de las infusiones, pues se le usa también para preparar aguas frescas y hasta diferentes tipos de postres. Por eso, hoy queremos compartir contigo nada más y nada menos que una receta para preparar un sabroso bizcocho de durazno que puede ser el ideal compañero de esa bebida caliente en estos tiempos de lluvia, que ya están más que declarados.
El bizcocho, queque o torta es un pan dulce cuya miga es elástica y esponjosa. Su corteza es fina, tostada pero nada dura. Es una masa básica de la repostería, pues sirve de base para innumerables tartas. Se caracteriza por ser esponjoso y esto se logra gracias a la presencia de huevos en su masa. Al batirlos, se atrapan las burbujas de aire que una vez que cuajan, quedan atrapadas, formando la miga.
Los bizcochos, bizcochuelos o queques se suelen clasificar en tres categorías: los pesados, que contienen mantequilla, aceite o alguna otra grasa, por lo que requieren una cocción más suave y prolongada en el horno; los bizcochos ligeros, que en cambio, no incluyen lípidos (como unas soletillas); y en tercer lugar los superligeros, que apenas necesitan tiempo en el horno, no tienen nada de grasa, muy poca harina o a veces almidón en vez de harina. A ver si adivinas a qué categoría pertenece el que te enseñaremos a preparar. ¡Manos a la obra!
Ingredientes
- 300 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar
- 1/4 de taza de leche
- 3 huevos
- 3/4 de taza de aceite
- 1 cucharada de polvo de hornear
- 1 cucharada de vainilla
- 1 lata de durazno en almíbar
- 1/4 de cucharadita de sal
¿Cómo se prepara?
- Precalienta el horno a 200 grados Celsius.
- En un bowl, pon la harina y el polvo de hornear y mezclar bien con una cuchara o un tenedor.
- En otro recipiente aparte, añade los huevos, el azúcar y la sal. Bate hasta que el azúcar se incorpore bien con el huevo.
- A continuación, añade la cucharada de vainilla, la leche, media taza del almíbar del durazno y mezcla muy bien.
- Ahora, agrega el aceite y mezcla. Después, añade la harina que hemos preparado antes y mezcla bien hasta que no queden grumos.
- Corta los duraznos en trozos y divídelos en dos partes, una la viertes en la mezcla y la otra la reservas. Bate un poco con una paleta.
- Engrasa muy bien los moldes necesarios por ambos lados. Luego llena los moldes con la mezcla. La mezcla debe quedar uniformemente bien distribuida.
- Añade por encima la otra mitad de los duraznos reservados. Esta parte es opcional, ya que puedes añadir todos los duraznos a la mezcla.
- Hornea el bizcocho a 180 grados durante 25 minutos o introduce un palillo en bizcocho y cuando salga limpio, eso significa que está listo.
- Deja enfriar un momento y desmolda. Sirve con una taza de café o la bebida de su elección.