Las tardes lluviosas ya están llegando y no hay mejor manera de hacerles frente que con una buena charla, acompañada de algo delicioso en la mesa. Definitivamente, toda la compañía se celebra mucho mejor cuando comemos o bebemos algo mucho más rico, porque definitivamente es el acento perfecto que podemos encontrar cuando pasamos un día así y es que los postres acarician el alma y hasta nos ponen de muy buen humor.
Y es que lo queramos o no, la verdad es que los postres son aquello que nos alegran la vida en un día oscuro o que nos ayudan a celebrar en un día de gozo. Seguramente todos tenemos diferentes recuerdos al lado de muchos platillos dulces, como lo son los últimos tiempos de cada menú. Sin embargo, lo cierto es que tampoco podemos consumirlos muy seguido, porque no es la idea más saludable posible.
De acuerdo con Larousse Cocina, uno de los diccionarios gastronómicos más populares en línea, un postre se considera el último plato de una comida. En francés, la palabra dessert procede de desservir (retirar lo que se ha servido) y en consecuencia designa lo que se ofrece a los comensales una vez se han retirado los platos anteriores y los utensilios de servicio correspondientes. Esa palabra se usa también en inglés para nombrar al postre.
¿Cómo se prepara el pay de maracuyá con chocolate?
Como consecuencia, su sentido evolucionó y ahora es lo que conocemos, pero en un principio, concernía sólo a los postres emplatados, que si tienes tantita creatividad, se puede emplatar casi cualquier cosa. De hecho, en la antigüedad, las comidas generalmente se terminaban con frutos frescos o secos, productos lácteos y miel. En la Edad Media, Francia tendría los principales manjares, blancos, tortas, nieules, fouaces, échaudés, gaufres y pastelitos.
Pero los siglos han pasado y actualmente hay todo tipo de postre, que van desde los dulces, hasta los complejos pasteles, como son los de 4 chocolates, las tartaletas, volcanes, souffles y demás preparaciones sofisticadas, que amamos comer, pero casi nunca preparar. Afortunadamente, el confinamiento de la pandemia, nos hizo desarrollar amor por el mundo y por nuestras relaciones con otras personas, por lo que ¡sí, merece la pena cocinar algo rico para otros de vez en cuándo!
Por esta razón, hoy decidimos compartir contigo, nada más y nada menos que una receta para preparar un rico pay de maracuyá con chocolate, que seguramente dejará a todos estupefactos y queriendo una rebanada más. Si a ti te gustan estos dos alimentos, esto es para ti, porque el resultado es un postre lleno de pasión y un extraordinario sabor, así que ¡manos a la obra!
Ingredientes
Pasta
- 1 taza de mantequilla (fría)
- 1/2 taza (té) de azúcar
- 1 yema
- 1 pizca de sal
- 3 tazas de harina (trigo)
Crema de chocolate
- 2 tazas de chocolate semidulce (picado)
- 1 taza de crema (leche)
- 1 taza (de café) de leche
Crema de maracuyá
- 1 taza de jugo de maracuyá concentrado
- 1 taza (té) de leche condensada
- 1/2 taza (té) de crema
Techo
- 1/2 taza de pulpa de maracuyá (con las semillas)
- 1 cucharada de almidón de maíz
- 1 taza (té) de agua
¿Cómo se prepara?
- En un tazón, mezcla la mantequilla, el azúcar, la yema de huevo y la sal. Poco a poco agrega la harina, revolviendo constantemente, hasta obtener una masa homogénea.
- Forra un molde con borde removible, haga agujeros con la ayuda de un tenedor y llévalo al horno precalentado (200ºC) por unos 20 minutos o hasta que esté crocante y dorado. Reserva.
- Derrite el chocolate al baño maría, agregue la crema, la leche y mezcle hasta que quede suave. Coloca sobre la masa y reserva. Prepara la crema de maracuyá.
- Bate en una licuadora el jugo de maracuyá, la leche condensada, la crema de leche y coloca sobre la crema de chocolate. Reserva.
- En una cacerola coloca la pulpa de maracuyá, la maicena disuelta en el agua y sin dejar de remover dejar que hierva. Déjala enfriar, ponla sobre la crema de maracuyá y llévala a la heladera por 1 hora.