La primavera nos ha sorprendido con el calor desde antes del 20 de marzo, pero no debemos olvidar, que es el único clima, pues a veces nos sorprende también con algunas lluviecitas y entonces es cuando nos dan ganas de algunos pastelitos para acompañar nuestras tazas de té, al más puro estilo inglés. Lo cierto es que a veces incluso las recetas de simples bizcochos pueden llegar a cansarnos.
Ante esta situación, lo cierto es que no hay muchísimas opciones más que innovar e improvisar quizá nuevas recetas, sobre todo cuando no tenemos muchos ingredientes disponibles a nuestro alcance. Afortunadamente tenemos a la creatividad desde nuestro alcance y con ella, prácticamente ya estamos del otro lado. Sobre todo, porque gracias a ella, se nos pueden ocurrir nuevas variantes para postres, aunque estos últimos terminen siendo creaciones totalmente diferentes.
¿Tienes idea de cuántos postres han surgido gracias a ligeras variaciones de la receta original? La verdad es que nadie sabe, porque son muchísimas y en la cocina todo se vale. Así que si las próximas tardes lluviosas de la primavera se te antoja un pastelito y no sabes qué hacer, puedes decantarte por un delicioso tres capas, que además es sumamente fácil de hacer y no requieres ni de tanto tiempo, ni tampoco de muchos ingredientes.
¿Cómo hacer un pastel en 15 minutos?
Por eso, hoy te compartiremos la receta para que lo prepares de manera fácil, rápida y en la comodidad de tu casa. La verdad es que el resultado puede sorprenderte y además de que te encantará, podrás compartirlo con 2 o 3 personas, porque tampoco queda muy grande, pero es ideal para pasar un momento de antojo, exitosamente. Además, es una manera práctica de cocinar y rápida de cocinar, porque a diferencia de un bizcocho japonés o un pastel tres leches, este puede convertirse (literalmente) en pan comido.
La manera de elaborarlo es muy parecido al método que usas para hacer hot cakes y eso facilita enormemente todo, ya que no tienes por qué preocuparte del horno, el tiempo, el tipo de masa, lo tostado, etcétera, ya que casi de inmediato sabrás cuando el pan ya está listo para voltearlo, a diferencia de otros bizcochos que no te avisan y hay que hacer la prueba del palillo o cuchillo para verificar si la masa en su interior está o no lista.
Los postres son un invento que ha habitado con el ser humano, probablemente desde que hubo civilización por primera vez y muchos nos sentimos agradecidos con los reposteros a lo largo de la historia, que han inventado nuevas maneras de sacarle caries a nuestros dientes y que además sintamos felicidad y gratitud por ello. Hay que moderar nuestro consumo, pero si los consumes una vez al año, como dicen, ¡no hacen daño! así que ¡manos a la obra!
Ingredientes
- 3 huevos
- 1 lata de leche condensada
- 180 gramos de harina
- 1 cucharada de levadura en polvo
- Aceite
- 1 cajita de crema de leche
- 1 taza de azúcar
- El jugo de 1 limón
- Chispitas de chocolate
¿Cómo se prepara?
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En un tazón, agrega la leche condensada y los 3 huevos. Bate muy bien y luego agrega la harina. Bate un poco más hasta que la masa quede entre pastosa y espesa.
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Con una brocha, esparce un poco de aceite por el sartén, de preferencia grande, que usarás.
- Agrega la masa por todo el diámetro del sartén y espera que se cocine por un lado, como si fuera un hot cake.
- Una vez que esté listo un lado, voltea y deja que se cocine del otro. Repite el procedimiento 3 veces hasta obtener 3 bizcochos planos.
- En otro bowl, agrega la crema de leche y el azúcar. Bate muy bien y agrega el zumo de 1 limón.
- Una vez lista la crema, coloca el primer pan en un plato extendido y agrégale crema encima. Haz lo mismo con el resto de los panes.
- Al llegar a la tercera capa, cubre con la crema restante todo el pastel y decora con chispitas de chocolate.
- ¡Provecho!
