¿Es bueno servir la cerveza con espuma? Descubre por qué tomarla así es importante

Cuántas veces no hemos visto que nos sirven la cerveza sin nada de espuma o en el caso contrario con un exceso de este elemento en nuestro vaso, aunque parece que el primer caso es la forma ideal de servir esta bebida, la realidad es que la espuma es muy necesaria para la cerveza, si quieres aprender por qué y cómo se sirve una cerveza adecuadamente, nosotros te lo vamos a explicar. 

¿Por qué se forma la espuma en la cerveza?

La espuma se forma en la cerveza gracias a las burbujas de dióxido de carbono, que se generan en la fermentación o que se agregan de forma artificial a la bebida, gracias a la presión atmosférica y la presión de la bebida dentro de su envase, la espuma va apareciendo al servir la cerveza en el vaso y es por ello que si lo hacemos de forma lenta no daremos espacio a que se forme tanta espuma, caso contrario al servirla de forma rápida. 

¿Para qué sirve la espuma?

No obstante, aunque pueda parecer que la espuma nos quita espacio del vaso para servir nuestra cerveza e incluso nos quita parte de la bebida, esta cumple una función muy importante en la bebida y el recipiente donde la servimos, permite que los aromas de la cerveza se mantengan dentro del líquido y que gracias a las burbujas pueda llegar a nuestro olfato intacto, es por eso qué es fundamental mantener una franja de espuma en nuestro vaso. 

¿Cuanta espuma debemos dejar en el vaso?

No todas las cervezas van a generar el mismo nivel de espuma, esta es una característica más de cada variedad de cerveza y dice mucho acerca de la bebida que estamos tomando, así que al momento de servirla es importante que dejemos un espacio disponible para la espuma, normalmente se suelen dejar uno o dos dedos de espuma en el vaso y de esta manera mantener nuestra cerveza en buenas condiciones. 

¿Servir la cerveza sin espuma es malo?

Además, servir nuestra cerveza sin espuma va a ocasionar un importante efecto que puede generar reacciones negativas en el cuerpo, ya que al no permitir que se libera el CO2 en la espuma, este queda atrapado en la bebida, llegando hasta nuestro estómago al consumirla y causando hinchazón en nuestro organismo, por lo que siempre es mejor conservar un poco de espuma en el vaso.