receta de postres

Postres fáciles y sin horno: así puedes preparar un exquisito budín de café

Quizá imagines que es imposible comer este pastel, sin hornearlo, pero no sólo es real, también es delicioso
martes, 3 de agosto de 2021 · 11:19

Sin duda el segundo día de la semana todavía sabe a lunes, sin embargo esto puede cambiar si eliges bien qué es lo que quieres y puedes comer. Sobre todo, porque casi siempre la comida nos alegra o empeora el día. Todo depende de qué alimentos decidimos ingerir, porque en realidad sí hay varios que nos ponen de buen humor, particularmente cuando se trata de cualquier postre, que con sólo pensarlo, ya todo mejora. 

Los postres son la parte feliz de cualquier comida y algunos de nosotros incluso comemos menos, con tal de que llegada la hora, ataquemos sin piedad a ése delicioso alimento dulce o semiamargo, que sin duda nos alegra el día y mucho más si es capaz de quitarnos el sueño, como los pasteles, nieves o cualquier cosa que contenga café. Por esta razón hoy decidimos traer para ti una deliciosa receta para hacer un exquisito budín de café.

Preparar pan en horno puede resultar algo tedioso, cuando andamos a las prisas, pero afortunadamente hay varias recetas que pueden hacerse sin horno y uno de ellos sin duda es el budín o panqué de café. Este es un postre que te quita el sueño, debido a que contiene cafeína una sustancia que se encuentra en el café y algunos tés. Es hasta cierto punto estimulante para el cerebro, ya que favorece la sensación de alerta. 

Quizá al inicio ni te imagines que es imposible comer este pastel, sin que tengas que hornearlo, pero no sólo es real, también es delicioso, porque no hay nada que iguale las exquisitas notas semiamargas del café y el azúcar. Es casi como tomarte un frappé, pero en estado sólido y sin sentirse tan congelado. Se trata nada más y nada menos que de una receta para cocinar un pan a la sartén.

Esta sencilla receta la podrás elaborar en un tiempo aproximado de 1 hora y media. Cabe señalar que antes de empezar, es muy importante que consigas una sartén antiadherente para preparar ahí el bizcocho, papel para hornear y un trozo de tela o manta de algodón suficientemente grande para tapar la sartén cuando la pongas a la lumbre de la estufa, pues recuerda que al no haber horno, hay cosas que cambian un poquito, pero mejor velo por ti misma y ¡Manos a la obra!

Ingredientes

  • 4 yemas de huevo
  • 4 claras de huevo
  • 140 gramos de harina de trigo
  • 3/4 taza de azúcar
  • Esencia de vainilla
  • 50 gramos de manteca
  • 2 cucharadas de leche
  • 2 cucharadas de café soluble
  • Sal

¿Cómo se prepara?

  1. En un recipiente, bate la manteca con el azúcar e incorpora las yemas una a una hasta que estén bien mezcladas.
  2. Tamiza la harina y agrégala de poco en poco incorporando también una pizca de sal. 
  3. Disuelve el café soluble en la leche y agrégalo a la mezcla para aportar el sabor a café.
  4.  Por otro lado, bate las claras hasta formar picos firmes y mezcla las dos partes de forma envolvente para evitar perder el aire.
  5. Agrega la mezcla en el sartén que vayas a usar o la olla y tapamos para que se cueza al vapor. 
  6. Ve controlando a menudo la cocción para evitar que se queme. Dejamos cocinar 5 minutos y bajamos a fuego medio.
  7. A los 5-10 minutos, o más (depende del fuego), vuelve a bajar la temperatura, a fuego bajo-medio, para que no se pegue. En otros 10 minutos ya notaremos que va empezando a cuajar y está medio cocido por la superficie, como para darle la vuelta.
  8. Despega con cuidado por las paredes de la sartén y dale la vuelta al bizcocho con ayuda de un plato plano, como si fuera una tortilla. Deja hacer por el otro lado de nuevo tapado unos 5-10 minutos más.
  9. Deja enfriar antes de servir y ¡Provecho!

¿Qué sigue?

Una vez que esté frío es momento de servirlo y acompañarlo ya sea con una taza de leche bien fría, con un café con leche, con un chocolate, un té o con lo que tú quieras. Lo bueno de este postre es que se lleva bien con un gran número de bebidas, pero nuestra combinación favorita es degustarlo con una buena taza de canela bien calentita y concentrada en una tarde lluviosa o de frío.