Aprende a preparar unos deliciosos buñuelos de viento con la receta de Sor Juana Inés de la Cruz

Sor Juana Inés de la Cruz es un personaje más importante, que la imagen de un billete de $200 pesos mexicanos. Es toda una inspiración para muchas personas, pero particularmente de mujeres, esas feministas incansables, que han luchado para tener hoy los mismos derechos que los hombres en cuanto a la educación y al empleo. También inspira a grandes artistas de teatro, letras hispanoamericanas y un largo etcétera. 

Fue una religiosa de la orden de San Jerónimo y es considerada por muchos como la décima musa, debido a sus incontables habilidades en la lírica, el auto sacramental, teatro y la prosa. Para su época era muy adelantada en sus conocimientos, pues desde muy chica aprendió a leer y escribir y además fue notable exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. También perteneció a la corte de Antonio Sebastián de Toledo Molina y Salazar, marqués de Mancera y 25.º virrey novohispano. 

En 1669 por anhelo de conocimiento, ingresó a la vida monástica y sus mecenas más importantes fueron los virreyes De Mancera, el arzobispo virrey Payo Enríquez de Rivera y los marqueses de la Laguna de Camero Viejo, virreyes también de la Nueva España, que publicaron sus dos primeros tomos en la España peninsular y es gracias a  Juan Ignacio María de Castorena Ursúa y Goyeneche, obispo de Yucatán, que ahora conocemos la obra que sor Juana tenía inédita cuando fue condenada a destruir sus escritos. 

Sor Juana amaba la cocina

Sin embargo, además de todos los talentos en el arte y demás disciplinas, que tenía Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillana, también destacó en el ámbito de la cocina conventual, pues hace apenas algunos años, salió a la luz un compendio de recetas en el Convento de San Jerónimo, que se le atribuyen a ella y gracias a esto, se puede ver que tomó a la cocina como si fuera su laboratorio de experimentación e incluye varias recetas del tiempo del Virreinato, por lo que es una verdadera joya. 

Se cree que la mayoría son transcripciones de las recetas que se preparaban en el convento, pero no se descarta que varias estén intervenidas con una aportación especial de la décima musa, que por cierto inspiró a 2 autoras a dedicarle un par de tomos para la colección de Cocina Virreinal Novohispana, publicada por la editorial Clío. ¿Sus nombres?  Ana Benítez y Mónica Lavín, quienes rescataron estos documentos y en el 2000 publicaron Sor Juana en la Cocina, secuela de su anterior título Dulces hábitos, que hablan sobre la repostería conventual.  

Y de ahí precisamente venimos a traerte una nueva receta para que puedas prepararla en casa. Se trata de unos deliciosos buñuelos de viento que podrás acompañar con un chocolate calientito mientras ves llover y gente correr por la ventana, pero te sientas a gusto, por los nuevos secretos que pudieras encontrar mientras cocinas, haciendo alusión a la famosa respuesta de Sor Juana a Sor filotea, después de que en una carta le reclamara su postura para defender la educación de las mujeres a la par de los hombres. "Pues ¿qué os pudiera contar, señora, de los secretos naturales que he descubierto estando guisando?" escribió la monja.

Ingredientes

• 1 taza leche
• 1 huevo
• 1 taza harina
• 1/2 cucharada vainilla
• 1 pizca sal
• 1 molde
• Azúcar
• Canela

¿Cómo se preparan?

1. Primero debes mezclar la leche tibia, el huevo, la harina, la vainilla y la sal.
2. Cuando esté bien batida colar.
3. Tapar y dejar reposar por aproximadamente 10 min. Mientras,  mezcla el azúcar y canela.
4. Poner suficiente aceite en una cazuela y poner a calentar a temperatura media y agarra tu molde para ponerlo en el aceite caliente. Sácalo rápido, pues sólo es para que agarre aceite y una temperatura.
5. Mételo a la mezcla y llévalo al aceite caliente. Debes mover el molde para que el buñuelo se despegue de ahí y luego deberás girarlo con mucho cuidado si no despega solo, puedes ayudarte con un tenedor.
6. Deja que dore y voltéalo, pero si empieza hacer bombitas, quiere decir que debes bajar la temperatura del fuego. 
7. Sácalo y escúrrelo para que no tenga mucho aceite y luego ponlo en la mezcla de azúcar y canela. 
8. Repite el proceso y ponlos todos en una charola  ¡Y listo!

La técnica de Sor Juana

“Se pone a hervir un cazo con agua de anís y manteca, así que hierve se le va despolvorando la harina, y se está meneando porque no se queme. Así que se hace pelota y despega del cazo, se aparta y deja enfriar.

Después, a cada libra de harina, nueve huevos como para freír. En la palma de la mano se van deshaciendo, así que está bien espesa, se le echa tantita manteca derretida y se van echando con una cuchara de plata en la manteca y así que revienta se aviva el fuego para que salgan dorados.”