De un color naranja intenso, con una piel ligeramente aterciopelada y de sabor dulce con un toque ácido, es la mejor forma en la que se puede describir al níspero, una de la frutas que por lo regular suele pasar desapercibida durante la primavera, pero una de las que cuenta con una gran cantidad de beneficios para el organismo. Ya sea que se consuma sola o bien en preparaciones como mermeladas o aguas frescas, es un producto que no deberías dejar pasar en estas fechas.
Según lo señalado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el níspero es originaria de China, el cual requiere de un clima cálido para poder desarrollarse de la mejor forma, por lo que es común encontrarlo de forma silvestre o cultivado en algunos jardines. En su mejor punto, estos deben ser de piel firme y un color brillante, sin olores extraños que nos alerten sobre la calidad de la fruta y que pueda ser un riesgo para la salud.
Este tipo de fruto se logra cultivar de mejor forma en el Estado de México, siendo las especies Tanaka y Argelino, las que más se producen. El níspero contiene vitaminas C, B y A , así como minerales tales como el potasio, magnesio y calcio, aunque su uso es comestible hay quienes recurren a él como un tratamiento medicinal como un sedante natural, así como para reducir los síntomas causados por vomito, sed y hasta para facilitar la pérdida de peso ya que contiene una buena cantidad de agua y fibra.
Ahora que si quieres aprovechar de los beneficios de esta fruta de temporada, te compartimos una receta de mermelada de níspero para que la hagas en casa y acompañes un pan tostado durante el desayuno.
Mermelada de níspero
Ingredientes:
- 1 kilo de nísperos
- 1 taza de azúcar
- Zumo de 1/2 limón
- 3 cucharada de agua
Preparación:
1.- Lo primero que debes hacer es lavar muy bien los nísperos para eliminar algunos rastros de tierra o suciedad que pudieran tener.
2.- Con un cuchillo o un pelador, retira toda la cáscara, pero no la tires a la basura te puede servir para hacer abono para tus plantas. Enseguida corta la fruta por la mitad, de esta forma te será mucho más fácil retirar el hueso y al final triturar la fruta.
3.- Corta los nísperos en cuartos y colócalos en una cazuela junto con el azúcar, el zumo de limón y el agua. Deja reposar (macerar) por una hora a fin de que la fruta logre liberar todo su jugo.
4.- Una vez pasado el tiempo requerido, vierte la fruta ya macerada sobre en una cazuela u olla pequeña y lleva al fuego a cocinar por unos 20 o 30 minutos sin dejar de mover de vez en cuando. Una vez que la mezcla se haya tornado de color ámbar o bien que se. haya forma como una especie de caramelo, retira del fuego.
TIP: Comprueba su sabor y de ser necesario añade un poco más de azúcar, pero deberás volver a colocar al fuego para que se disuelva.
5.- Ya que se haya cocinado bien la fruta, puedes triturar con ayuda de un procesador de alimentos o bien lleva directo a la licuadora. Licúa por un par de minutos hasta que se haya integrado todo. Si lo deseas, puedes dejar menos tiempo para que los trozos de fruta se pueden sentir en el bocado.
6.- Ahora que tu mermelada está lista la puedes guardar en un envase de vidrio con tapa hermética, y si no vas a consumir toda, refrigera hasta por dos semanas.