Día de las madres: Prepara unos deliciosos buñuelos de manzana con la receta de la abuela

Ahora que ya viene el 10 de mayo, seguramente nos gustaría consentir a mamá o recordar a la abuelita, con sus espectaculares postres y recetas que nos fascinaban cuando éramos apenas unos niños. Y es que hay muchas maneras de recordar a las madres y/o abuelas que ya no están, pero una de ellas (y de las más especiales) es con la comida, porque por alguna razón, disfrutar un platillo o postre que era su favorito, es como tener un pedacito de su esencia con nosotros.

Y si nuestras mamás o abuelitas siguen por aquí, no hay nada mejor que pasar la próxima festividad con ellas y demostrarles que no somos unos buenos para nada y que podemos hacer la receta favorita sin su ayuda. Porque nada les ha de dar más orgullo que  el hecho de que sus recetas han sido heredadas con éxito. O al menos mostrarles un intento digno de presumirse para que esta vez ellas no tengan que preocuparse por nada más que por disfrutar, gracias a tus dotes culinarios.

Hoy decidimos traerte la receta de unos deliciosos buñuelos de manzana, una receta popular de nada más y nada menos que de una abuelita que tuvo a bien compartir su receta. Por eso, no queríamos dejar pasar la oportunidad y compartirte estos conocimientos para que sorprendas a tu madre o abuela con una especialidad, que estamos seguros, te va a dejar muy bien parado y con un excelente sabor de boca.

Postre milenario

Los buñuelos no sólo son exquisitos, también guardan consigo una gran tradición. Se cree que pueden ser una herencia mozárabe y se volvió parte de la cocina mediterránea. De hecho son tan antiguos, que Catón el Viejo incluyó una receta de buñuelos, con el nombre de "globos", en su libro De Agri Cultura, escrito en el siglo II a. c.  Hay muchas variantes y en la que aparece en el libro citado se mezclan harina y queso, se hacen bolas que se fríen y se untan de miel y semillas de amapola para servirlos.

Después de los romanos, la primera sociedad en consumirlos, fue la morisca. Era un postre preparado por gente humilde, que habitaba en los territorios del Sur de la península ibérica y ocupaban puestos de trabajo de baja categoría, por lo que desempeñaban también el oficio de vendedores ambulantes de buñuelos para ganar un poco más de dinero.  En Sevilla y Granada, eran postre típico  y después de freírlos en aceite, se cubrían de miel. Por otro lado, esta especialidad fue adoptada por los gitanos tras la expulsión morisca y perpetuada hasta la actualidad.

 Sin embargo, con la llegada de los españoles a América, no es difícil pensar que trajeron la receta y acá también comenzaron a consumirse, por ejemplo en países como Colombia y México, donde las culturas mesoamericanas como los Mayas y Aztecas los hacían de maíz y frijol, pero al comenzar la cosecha de nuevos frutos como el trigo, las cosas cambiaron. Sin embargo todavía existen algunas variantes para hacer buñuelos, como los de sabor manzana, que a continuación te enseñaremos a preparar, así que ¡Toma nota!

 Ingredientes (Para 24 porciones)

• 4 cucharadas leche en polvo en 250 ml de agua
• 2 cucharadas soperas azúcar
• Chorrito vainilla
• 1 huevo
• 300 g harina leudante aproximadamente
• Azúcar c/n para empaparlas y canela
• 1/2 manzana verde o roja cortada en cubos

¿Cómo se preparan?

1. Bate el huevo, la leche en polvo, azúcar junto con el agua y la vainilla
2. Agrega a la preparación los 300 g de harina y la manzana, mezcla hasta que quede una consistencia similar a la del biscichuelo o un poquito más espesa.
3.  Agarra un poco con la cuchara y deja caer la preparación debe caer muy pero muy lento.
4. Pon a calienta en un sartén abundante aceite.
5. Calienta al máximo, antes de colocar la preparación bajar a mínimo, el tamaño del buñuelo va a depender de la cantidad que agarres con la cuchara.
6. Recuerda que tienes harina leudante y que al colocar la masa en el fuego, se infla por el polvo de hornear que contiene la harina. 
7. Cocina de un lado hasta que estén dorados y luego da vuelta y cocínalo del otro lado. siempre con el aceite mínimo. Retirar y colocar en un plato o bandeja con papel servilleta para quitar el excedente de grasa.
8.  Espolvorea con azúcar y canela a gusto ¡Y disfruta!