chocolate
Prepara unas deliciosas barras de chocolate como las de Willy Wonka con esta receta
La reflexiva película dejó en nosotros un sabor de boca más cálido que el de todas las barras de la fábrica Wonka
Tenga o no marca, el chocolate es absolutamente delicioso. Nos alegra el día y hace que por un momento se nos olviden todos los problemas. Desde que se inventó ha dado la vuelta al mundo y no hay un país en donde no exista el gusto por este delicioso dulce que suele comerse en diferentes presentaciones, como pasteles, helados, natillas y por supuesto: Barras de chocolate. Estas últimas han estado con nosotros por muchísimos años y seguro todos tenemos bonitos recuerdos con ellas.
Sin vamos más allá de la última vez que alguien te regaló chocolates, muy seguramente llegaremos a nuestra infancia o adolescencia, cuando muchos de nosotros vimos por primera vez una película que marcó nuestra infancia para siempre. Se trata de Charlie y la fábrica de chocolates, que en 2005 estuvo a cargo de Tim Burton. Sí, todos sentimos el frío de esa mañana nevada cuando vimos cómo se estaba preparando el chocolate y las barras que llevarían el famoso boleto dorado que 5 visitantes deberían tener para pasar un día con Willy Wonka.
La reflexiva película dejó en nosotros un sabor de boca más cálido que el de todas las barras de la fábrica Wonka, cuando vemos cómo Charlie ama a su familia más que a cualquier cosa en el mundo y está dispuesto a hacer por ellos lo que sea. Incluso a vender su boleto dorado cuando se lo gana en una segunda barra que compra con los ahorros que le da uno de sus abuelos con quienes vive en una humilde morada.
Justo en la nostalgia
A lo largo de la película vemos cómo los ganadores de los boletos dorados van enfrentándose a pruebas sobre sus excesos en el estilo de vida que llevan, gracias a que todos poseen un entorno económico un poco más holgado que el de Charlie (Freddie Highmore) y su abuelo Joe (David William Kelly Sr). Vemos como Augustus Gloop se cae al río de chocolate por goloso, como Veruca cae al basurero por seguir a las ardillas que pelaban las nueces y avellanas, como Violeta se convierte en una mora gigante y como Mike se desintegra para aparecer en la televisión.
Y ahora que sabemos que Timothee Chalamet será quien dé vida a Willy Wonka en la precuela de Charlie y la Fábrica de Chocolates, encontramos la razón perfecta para compartir contigo una deliciosa receta inspirada en este cuento del escritor Roald Dahl, autor de la historia de las 2 adaptaciones que ha habido en el cine, la de 1971 y la de 2005 con Johnny Depp como protagonista.
Aunque no lo creas, es una receta muy sencilla, que te hará revivir gratos recuerdos y además podrás compartirlo con los niños que te rodeen, que aunque no entenderán el significado especial de un boleto dorado, seguro que sí apreciarán muchísimo el chocolate, porque la verdad es que el toque casero le cambia la esencia a todo, hasta al mismísimo Willy Wonka, quien al final se reencuentra con su papá. ¡Toma nota!
Ingredientes
- 50 gramos de cacao
- 125 gramos de chocolate negro
- 150 gramos de chocolate con leche
¿Cómo se preprara?
- Trocea los chocolates (no hace falta que sean trozos muy pequeños) y los ponemos en un bol de cristal apto para microondas junto con la manteca de cacao.
- Lo introducimos en el microondas durante 2 minutos a máxima potencia.
- Lo sacamos del microondas y lo removemos con un utensilio de madera hasta que obtengamos una mezcla homogénea.
- Si quieres, puedes añadirle los toppings que quieras, como nueces, arroz inflado o cacahuates, pero solo también sabe rico.
- Vierte la mezcla en un molde de silicona (se venden en cualquier tienda de repostería) rectangular, cuadrado… y lo metemos en la nevera durante varias horas para que se endurezca.
- ¡Listo! A disfrutar
