Prepara unas deliciosas natillas de vainilla y canela con la receta de la abuela

Si hay algo que las abuelitas saben es como reconfortarnos y hacernos sentir mejor. Su cocina siempre ha sido el lugar donde muchas veces nos prepararon algo para calmarnos o alegrarnos la vida. No importaba cuál fuera la pena que traíamos cuando íbamos a visitarlas, pero cuando salíamos de su casa, todo parecía mucho mejor. No sabemos si eran los postres, sus palabras o todo junto, pero de que apapachaban el corazón, lo hacían. 

Probablemente parte de nuestra alegría era que cuando les gustaba cocinar, nos preparaban algo verdaderamente delicioso o nuestros platillos y postres favoritos. Todos tenemos algún recuerdo por el estilo, pero en las cocinas mexicanas, otro de los postres comunes y sencillos, sin lugar a dudas eran las natillas. Quizá por rendidoras, baratas y además porque en los tiempos de calor resultan un bocadillo muy refrescante. 

Y sí, aunque no nos guste admitirlo, hay postres para cada estación del año y suelen cambiar con respecto a la región donde vivamos y el clima de ése lugar. Sobre todo, porque en México no hay un solo clima predominante, sino varios y la verdad es que la región geográfica sí influye para el desarrollo de la comida, los postres y las bebidas. Por eso, es probable que cambien algunas recetas de un estado a otro. Además de que las culturas precolombinas ya tenían asentadas algunas tradiciones, que con la colonización se fusionaron con lo que traían los españoles. 

No son de aquí, ni son de allá

Las natillas, particularmente son un postre europeo porque se originó, según algunas teorías en los conventos del Viejo Continente, donde sólo se elaboraba con pocos ingredientes como el huevo, la leche y azúcar. Otra versión de la historia, dice que surgió durante el Renacimiento, como parte de la repostería francesa. Sin embargo, ninguna de las dos versiones ha sido denegada o confirmada, por lo que nuevamente nos quedamos con la duda. 

Hoy, después de recordar un poco los sabores de esas natillas, traemos para ti la receta para preparar una deliciosa natilla casera de vainilla, que seguramente te traerá gratas memorias y te hará sentir como cuando eras niña otra vez. Esta receta tiene un toque particular, como lo es la ralladura de limón, que además le dará un toque como acidito, que es el balance perfecto para la vainilla, maicena y canela en polvo, que lleva. 

Es una receta que sin duda alguna podrás preparar estas tardes lluviosas, para quitar las penas que luego traemos día con día, porque es un postre que va muy bien con un té, café y alguna galleta de vainilla o de cualquier otro tipo, siempre que no sea tan azucarada para que no te empalague, pero si te encanta el dulce, entonces no parece que sea mala idea recurrir a cualquier galleta, porque se acompañan bastante bien.  ¡Toma nota!

Ingredientes

• 1 litro leche
• 6 huevos
• 140 gr. azúcar
• 2 cucharadas de vainilla
• 1 cucharadita maicena
• ralladura de medio limón
• Una pizca de sal
• 1 palo canela, canela en polvo, de preferencia de Ceylán.
• 1 chorrito de vino tinto 
• 8 galletas de vainilla que empiezan con 'M'

¿Cómo se prepara?

1. Separa la mitad de leche y ponla en un cazo con azúcar,la canela y el limón. Todo a fuego medio hasta que empiece a hervir. En ése momento bajamos el fuego al mínimo y lo mantienes 5 por 5 minutos. 
2. Deja que se enfríe. 
3. En el vaso de la licuadora coloca el resto de leche, la maicena, una pizca de sal (para que tengan un sabor dulce más suave) y los huevos. Bate así o a mano. 
4. Coloca la leche infusionada con el limón y el palo de canela. Luego la incorporamos al vaso de la batidora, volvemos a mezclar.
5. Coloca la mezcla en un cazo a fuego bajo cuidando que no hierva. Remueve la leche, porque se suele pegar con mucha facilidad hasta que espese.
6. Cuando la consistencia sea la adecuada, apaga el fuego. 
7. Añade el chorrito de licor y luego mueve con una cuchara de madera, aprovechando el calor residual durante medio minuto. 
8. Pasamos las natillas al recipiente en el que vamos a servirlo y esperamos a que se enfríe.
9. Espolvorea la canela sobre las natillas y adorna con las galletas.