Prepara un espléndido y refrescante mousse de vino tinto con esta receta

El vino siempre ha sido catalogado como una bebida a la que no todo mundo tenía acceso. Antes de hecho decían que era la "bebida de los dioses"  y tanto los griegos, como los romanos tenían un Dios que además de ocuparse de la fertilidad, también se encargaba de cuidar las cosechas del vino. Se trataba de Dioniso para los griegos y Baco para los romanos, pero, como sabemos, en Roma sólo cambian los nombres de los dioses griegos, mientras sus rangos y ocupaciones son los mismos. 

Así pues, hay registros de que el vino no fue inventado ni por griegos, ni romanos, sino por los iraquíes e iraníes del Neolítico, de acuerdo con testimonios arqueológicos encontrados en los montes Zagros, donde hallaron una vasija con restos de rojizo que dataría del año 5400 antes de Cristo en el poblado de Hajji Firuz Tepe. Sin embargo no hace mucho tiempo se encontró una bodega que sería la más antigua conocida hasta ahora que sería del año 8000 a.C en Georgia, donde existiría la producción más antigua del vino. 

Hoy en día existen tantas producciones de vino, como viñedos y aficionados con los medios adecuados para hacer su propia versión y cosecha de lo que prefieran. Por ello hay cientos de variedades que pretenden reinventar un sabor y un estilo cada año con las nuevas uvas que se dan de acuerdo a las diferentes condiciones que viven los viñedos según el área geográfica donde se encuentren. En México, los viñedos más famosos están en los estados de Baja California y Querétaro.

¿Cómo sé qué vinos usar para la repostería? 

Aunque los vinos más asequibles son los del tipo rosado, hay otros como tintos jóvenes que no son tan caros como los blancos del tipo champagne o espumosos o secos tintos de cosecha más longeva. Según distintos sommeliers, el precio varía dependiendo de la marca, la cosecha, el año y el tipo de vino que se va a comprar.  Además, se tiene también qué considerar el uso que se le va a dar, porque hay algunos vinos que son mejores para la coctelería, otros para la cocina y otros para beber. 

Uno de los más usados para la repostería y coctelería es sin lugar a duda, el vino tinto. Le podemos ver en clericot, gelatinas, pasteles y hasta helados. Por eso ahora traemos  hasta tu pantalla la receta de un exquisito postre que viene al caso sólo por estar elaborado precisamente de esta bebida alcohólica. Se trata de un mousse de vino tinto. Una receta poco conocida, pero que dejará a tu paladar delirando. Presta atención y ¡Toma nota!

Ingredientes

• ¾ de taza de vino tinto
• 12 gr. de gelatina sin sabor hidratada (preparado como instrucciones de la etiqueta)
• 8 claras
• 1 ¼ taza de azúcar

¿Cómo se prepara?

1. Mezcla el vino y gelatina.
2. Mezcla con la ayuda de una batidora eléctrica, claras de huevo a punto nieve y añade poco a poco el azúcar.
3. Mezcla el vino con cuidado con el merengue.
4. Coloca en vasos o recipientes, refrigera durante 3 horas.
5. Decora con hojas de menta y jarabe de uva.

¿Con qué lo puedes acompañar?

Este postre es casi perfecto en sí mismo, pero si lo quieres acompañar con una bebida, te sugerimos un rosado joven  o un refresco de sangría para que sientas que estás tomando clericot en otro planeta y con otra textura. Si no te gusta el merengue, puedes prescindir de él y decorarlo con  manzana. Es un mousse dulce, al que el vino tinto le dará un sabor un poco más astringente o neutro, según la cantidad de azúcar que le pongas. ¡Salud!