Recetas de postres

Aprende a preparar las tartaletas de frambuesa, como las de 'Anne with an E'

No podíamos dejar de imaginarnos a qué sabía por lo exquisito que se ve todo en unos pocos segundos
martes, 23 de marzo de 2021 · 15:45

La entrañable historia de 'Anne with an E' conquistó nuestros corazones por un sin número de razones. Particularmente porque a pesar de que han pasado más de 200 años del momento histórico en que fueron escritas y ubicadas las  novelas de Lucy Maud Montgomery, que inspiraron la emotiva serie, hay muchas cosas que siguen existiendo, como los prejuicios y el miedo a ser diferente. Quizá por eso conquistó y sigue conquistando al  mundo de una singular manera y a través de las plataformas de streaming, como Netflix, que nos acerca al contenido de muchísimos lugares del mundo, pero particularmente de los vecinos del norte, como Estados Unidos y Canadá.

 Además de todas las lecciones sentimentales que nos dejó un personaje tan apasionado e intenso como Anne, hay una cosa innegable a la hora de ver la serie: El hambre que nos daba, sobre todo al ver los desayunos que Anne y Diana compartían con sus amigas, como los “sándwiches de una poética ensalada de huevo” o  “el cordial de frambuesa favorito de Diana Barry”, que no podíamos dejar de imaginarnos a qué sabía por lo exquisito que se ve todo en unos pocos segundos durante la primera temporada. 

Para la segunda y tercera temporadas, la gastronomía de la serie se metió en terrenos africanos o de afrodescendientes, que incorporan curry en gran cantidad de guisos ¿Y cómo olvidar los platillos de Mary, que le valieron a Anne hacer un compendio de todas sus recetas?  Sin duda alguna es una serie con una gran riqueza cultural alrededor de unas 3 o 4 historias de amor, amistad, familia e independencia, que nos conmueve hasta las lágrimas y nos deja un buen sabor de boca. 

La cocina también cuenta la historia

Como está ubicada a finales del siglo XIX, cuando las mujeres aún se dedicaban al hogar y la cocina, a pesar de que ya empezaban a gestarse los primeros movimientos de feminismo, hay varias escenas que se llevan a cabo en la cocina o el comedor, lugares, para conversar, entre ellas, cuando no había hombres cerca o donde se hacían grandes confesiones, que serían bien acompañadas por una buena taza de té, porque los gestos como los abrazos, no se acostumbraban hasta que Anne llegó a poner el desorden. 

Así, pues las mujeres de 1896 eran las encargadas de preparar los alimentos del día a día y de ocasiones especiales, así  como de sembrar algunos frutos y de cosechar lo necesario para la comida, en las granjas familiares, donde la agricultura y ganado era el sustento de todas las familias que residían en el pueblo de Avonlea, Canadá, el cual estaba en la Isla del Príncipe Edward, un lugar donde hasta la fecha la agricultura y la pesca son actividades de gran importancia. 

Por eso no es de extrañarse, que los alimentos que ahí se consumen y muestran son portadores del estatus social que goza la familia que los elabora y además de la tradición que hay detrás de la preparación, porque un bocadillo, como una obra de arte habla y expresa por sí solo todo lo que tiene qué decir y nos cuenta las más maravillosas historias, como su origen y las costumbres de las personas que lo prepararon y en ocasiones, hasta sus intenciones.

Por eso, para que te sientas en el círculo de amigas de Diana y Anne,  hoy traemos para ti la receta del cordial de frambuesa favorito de Diana, o lo que es lo mismo, la receta de sus deliciosas tartaletas de frambuesa que seguro se te antojaron más si ya leíste los libros. 

¿Cómo olvidar la primera cita al té entre Anne y Diana? Foto: Especial

Receta de las tartaletas de frambuesa de Diana Berry

Ingredientes

  • 75 gr. Mantequilla fría

  • 155 gr. Harina todo uso
  • 15 gr. Harina de almendras
  • 50 gr. Azúcar glass
  • 1 huevo
  • 3 gr. Sal
  • 2 gr. Ralladura de limón
  • 1 huevo batido

Para el relleno de frambuesa:

  • 60 ml. Agua
  • 150 gr. Azúcar
  • 250 gr. Frambuesas

¿Cómo se preparan?

Costra

  1. En un recipiente profundo mezcla la harina junto con la sal, ralladura de limón, azúcar glass y la harina de almendras con tus manos o con una cuchara incorporar ligeramente para distribuir los ingredientes.
  2. Añade la mantequilla previamente cortada en cubos pequeños y mezclar con la yema de los dedos hasta conseguir una textura similar a migas de pan.
  3. Agrega el huevo y mezclar hasta formar una masa compacta.
  4. Envuelve la masa en papel film y reposar por 30 minutos en refrigeración.

Relleno

  1. Diluye la fécula de maíz con el agua hasta que este perfectamente disuelta. Es importante mezclarla bien para que el relleno quede suave y sin grumos.
  2. En una cacerola pequeña coloca las frambuesas junto con el azúcar y calentar a fuego bajo, cocinar removiendo ocasionalmente hasta conseguir una salsa homogénea.
  3. Incorpora la fécula de maíz diluida y mezcla hasta que la salsa espese.
  4. Deja enfriar y mientras tanto comienza a ensamblar las tartaletas.

Ensamble

  1. Toma ¾ partes de la masa y extiende sobre una superficie enharinada.
  2. Corta los círculos un poco más grandes que nuestros moldes para tarta, puedes usar un cortador de galletas o un vaso para hacerlo.
  3. Coloca los círculos sobre los moldes de tarta y presiona suavemente con tus dedos hasta cubrir todo el molde.
  4. Pincha la base de las tartas con un tenedor, esto ayudará a que al hornearlas no se levante demasiado la masa.
  5. Coloca el relleno de mermelada en las tartas y distribuye perfectamente.
  6. Extiende el resto de la masa y corta tiras delgadas de aproximadamente ½ cm. de grosor.
  7. Forma una rejilla con las tiras de masa sobre las tartaletas. Si te sobra un poco de masa puedes usar un cortador de galletas pequeñito para cortar figuritas pequeñas como flores, estrellas o lo que se te ocurra y decorar las tartas con ellas.
  8. Barnizar con un huevo batido.
  9. Hornea a 180°C por 15 min. aproximadamente o hasta que estén doradas.
  10. Deja enfriar completamente antes de retirar de los moldes.